La tecnología factor clave en la competitividad EE.UU./ China

La tecnología factor clave en la competitividad EE.UU./ China

En los últimos años parecía que estábamos viviendo un periodo de paz entre potencias, pero la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha desestabilizado las relaciones internacionales entre los estados y ha abierto las puertas a la competencia entre Estados Unidos y China por la hegemonía mundial. Si bien poco se habla de China como la «gran fábrica del mundo», sí se habla de China como una potencia internacional que quiere ser hegemónica en el comercio, la economía, la política, la tecnología y las capacidades militares. Se refieren a la China como el país que quiere pasar a ser el líder mundial, desbancando del primer puesto a los Estados Unidos y a los países occidentales en el papel de líderes que dictan las normas internacionales.

«En los últimos años parecía que estábamos viviendo un periodo de paz entre potencias, pero la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha desestabilizado las relaciones internacionales entre los estados y ha abierto las puertas a la competencia entre Estados Unidos y China por la hegemonía mundial»

El nuevo Concepto Estratégico de la OTAN 2022 recoge la visión de la Alianza respecto a China y la sitúa como potencia autoritaria, las ambiciones y políticas de la cuál desafían los intereses y valores de los miembros de la Alianza. «Las ambiciones declaradas y las políticas coercitivas de la República Popular China (RPC) ponen en peligro nuestros intereses, nuestra seguridad y nuestros valores. La RPC utiliza una amplia gama de instrumentos políticos, económicos y militares para ampliar su presencia en el mundo y proyectar su poder, aunque mantiene la opacidad sobre su estrategia, sus intenciones y el rearme militar. Las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de la RPC y la retórica de enfrentamiento y desinformación van dirigidas contra los aliados y son perjudiciales para la seguridad de la Alianza. La RPC aspira a controlar sectores tecnológicos e industriales clave, infraestructuras esenciales y materiales y cadenas de suministro estratégicas. Utiliza su ventaja económica para crear dependencias estratégicas y aumentar su influencia. Se esfuerza por subvertir el orden internacional basado en reglas, incluso en los ámbitos espacial, cibernético y marítimo1» (párrafo 13).

Todos somos conscientes de que estamos en aquello qué se denomina la era de las tecnologías disruptivas, es decir, tecnologías que convierten en obsoletas las tecnologías existentes. La cultura estratégica norteamericana se basa en conseguir una superioridad tecnológica frente a sus adversarios; su superioridad desde mediados del siglo XX se ha basado en la tecnología atómica, las tecnologías de la información y la tecnología de armamento de precisión. En estos momentos, tienen la percepción de que la superioridad tecnológica que han mostrado hasta ahora está en peligro y que las nuevas tecnologías, sobre todo la Inteligencia Artificial, en las que se basa su superioridad, están al alcance de otros actores o que lo estarán en breve, tienen miedo de que China supere a Estados Unidos en términos tecnológicos.

 «Todos somos conscientes de que estamos en aquello qué se denomina la era de las tecnologías disruptivas, es decir, tecnologías que convierten en obsoletas las tecnologías existente»

El texto del nuevo Concepto Estratégico de la OTAN 2022 muestra el temor de una RPC con poder geopolítico y capacidad de influencia para modificar el orden mundial actual, reorganizándolo en función de sus intereses, rompiendo las reglas establecidas por el mundo occidental.

China / USA Competencia por la hegemonía mundial

Con ya se ha dicho China se presenta como la única potencia capaz de cuestionar la hegemonía norteamericana, China hace tiempo que plantea que Estados Unidos son una potencia en «decadencia» que quiere impedir el ascenso de China al escenario global para no perder su posición de primera potencia mundial, y que ella representa «la emergencia», cosa que significa que la democracia está en decadencia y las autocracias son emergentes. Las próximas décadas vendrán determinadas por estos debates sobre decadencia de occidente/emergencias orientales y decadencia de la democracia/emergencia de las autocracias. Desde los gobiernos occidentales el discurso girará en torno a defender los valores liberales como los derechos, las libertades o la democracia.

El incremento de las capacidades económicas, tecnológicas y militares chinas han sido tales en los últimos veinte años, que la han hecho emerger como el único país capaz de cuestionar la hegemonía norteamericana. China ha sido capaz de disminuir la brecha, de manera sustancial, en diversas capacidades, respecto de las de su rival Estados Unidos; sigue un modelo económico y político diferente del de los países occidentales, cuestión que agudiza el sentimiento de amenaza en estos países. Este sentimiento puede comportar políticas reactivas entre los países occidentales para atrasar al máximo el avance tecnológico chino y un desacoplamiento de sus economías, especialmente a nivel tecnológico. En definitiva, debemos esperar una securitización de las relaciones económicas.

«El incremento de las capacidades económicas, tecnológicas y militares chinas han sido tales en los últimos veinte años, que la han hecho emerger como el único país capaz de cuestionar la hegemonía norteamericana»

La Guerra de Ucrania ha abierto las puertas a un periodo de turbulencias y tensiones en las relaciones internacionales. La principal tensión vendrá determinada por la competencia entre Estados Unidos y China que afectará no sólo a la relación entre los dos países, sino que impactará en las relaciones entre estados a nivel mundial.

Tres décadas después de la caída del muro de Berlín empezamos una nueva guerra fría, esta vez las dos superpotencias involucradas son Estados Unidos y China, pero ni es, ni será una guerra fría como la que conocimos; la diferencia más relevante es que China no pretende exportar su modelo sociopolítico y, además, sus relaciones con otros países no están condicionadas por la forma política que tengan los gobiernos de estos países.

La confrontación también se ha trasladado a la competencia armamentista y a la lucha por la influencia política en diversos países y continentes. Las dos potencias están protagonizando un pulso por la hegemonía global a través de caminos peligrosos.

Competitividad tecnológica

Existe mucha literatura sobre los factores que explican el auge de Occidente desde el Renacimiento hasta nuestros días. El nuevo escenario de competitividad Estados Unidos/China ha vuelto a aflorar este debate. Desde una perspectiva tecnológica, un punto de vista muy difundido plantea que la supremacía occidental de los trescientos últimos años se explicaría por su supremacía en los avances tecnológicos. La tecnología en sentido amplio tanto la dirigida a la actividad económica como a la guerra2.

Estas ideas siguen estando fuertemente ancladas en las instancias de pensamiento actuales, la competitividad tecnológica se muestra como un factor clave para mantener la hegemonía mundial y es un principio muy activo en la confrontación EUA y China y orienta las políticas americanas y europeas para contener el avance tecnológico chino. Políticas que se centran en no transferir tecnología a China con el objetivo de parar o retrasar el desarrollo tecnológico chino.

En el marco de esta confrontación, los Estados Unidos presionarán a Europa para que actúen de acuerdo con sus intereses, ejerciendo presiones de índole económica, comercial o política, mediante sanciones, aranceles o controles extraterritoriales a la exportación.

«En el marco de esta confrontación, los Estados Unidos presionarán a Europa para que actúen de acuerdo con sus intereses, ejerciendo presiones de índole económica, comercial o política»

Intervención por parte del Estado en la economía con criterios de seguridad

La Pandemia supuso un parón simultáneo de toda la actividad económica mundial, tanto la de los países industrializados como la de los que están en vías de desarrollo, cosa que comportó que los Estados pusieran en marcha diversas políticas para intervenir sobre las consecuencias que comportaba. Este cierre de la economía no afectó de la misma manera a todos; por ejemplo, aunque la población de los países industrializados se empobreció, las políticas de protección a los trabajadores, a las empresas o las políticas fiscales, mitigaron y sirvieron para aguantar la paralización económica; mientras que en los países en los que el Estado no puede asumir el coste de intervenir en la economía, las consecuencias del parón económico recayó sobre la renta de la población, incrementando la pobreza.

La Guerra de Ucrania, ha tenido un impacto significativo en las economías, algunas economías han obtenido claros beneficios, EUA, China, los grandes productores de petróleo y gas o los principales exportadores de materias primas. Mientras que otras economías han salido más perjudicadas como la UE, Japón, Corea del Sur, o los países importadores de grano ruso o ucraniano3. Aunque los altos precios de la energía o de los alimentos han perjudicado a todos los países, aumentando en todos ellos el número de pobres.

La Pandemia y la guerra de Ucrania comportarán cambios de rumbo relevantes, y ya han aparecido discursos que nos dicen que el Estado nacional ha de intervenir sobre la economía y que la economía ha de quedar supeditada a los intereses de la seguridad nacional. Se empiezan a elaborar discursos sobre la idea de que la globalización no es útil para gobernar el mundo global, que incluso puede agravar las crisis; nos dicen que la guerra ha puesto de manifiesto que la globalización es frágil y puede ser peligrosa. Por ejemplo, se plantea la vulnerabilidad del sistema de suministro mundial de la energía, de los alimentos o de las cadenas de suministro. Este cuestionamiento de la globalización no se sustenta en factores ideológicos, políticos o éticos sino en criterios pragmáticos. Lo que representa un salto importante respecto de lo establecido.

«se plantea la vulnerabilidad del sistema de suministro mundial de la energía, de los alimentos o de las cadenas de suministro»

Hay que esperar que estas dos crisis, la pandemia y la guerra de Ucrania, supongan en términos económicos, una intervención mayor, sobre todo, por parte de Estados Unidos en las economías globales y en países concretos, y que la geopolítica y la seguridad nacional tendrá un papel más relevante en la gestión de la economía. Los estados-nación tomarán más decisiones reguladoras sobre economía basándose en intereses de seguridad nacional; en definitiva, el papel y la intervención de los estados en la economía se han visto reforzados.

En términos de seguridad económica dentro de la UE se comparte la idea de que hay una excesiva dependencia de China en ámbitos considerados estratégicos, y de que la UE depende excesivamente de ciertas importaciones extranjeras; además se considera que esto comporta riesgos y, por tanto, se propone reducir la dependencia de China en estos ámbitos. En concreto, se trata de productos que son clave para la transición verde y digital, sean paneles solares, baterías de litio o materias primas estratégicas que son esenciales para el desarrollo de componentes de alta tecnología. Hay materiales como el magnesio que se suministra a la UE que procede de China, también el 100% de las tierras raras utilizadas para imanes permanentes se refinan en China, mientras que el 98% del ácido bórico procede de Turquía o el 63% del cobalto mundial utilizado en las baterías se extrae en la República Democrática del Congo. 

Para hacer frente a esta situación en marzo de 2023 se ha aprobado la Ley Europea de Materias Primas Fundamentales4, que tiene dos objetivos, consolidar las cadenas de suministro nacionales y reforzar el compromiso internacional de desarrollar asociaciones mutuamente beneficiosas con terceros países; en definitiva, buscar otros mercados no chinos entre otras iniciativas. En la línea de controlar cadenas de suministro por parte de los EE.UU. estos han impulsado, dentro del Marco Económico para la Prosperidad del Índico -Pacífico (IPEF), un Acuerdo de Cadenas de Suministro, firmado por 14 países, en el que no está incluida China. Este acuerdo tiene por objetivo construir un marco para la cooperación en el desarrollo y monitoreo de las cadenas de suministro, en especial en sectores críticos y bienes clave; así como establecer planes de acción que permitan identificar y abordar las vulnerabilidades de la cadena de suministro que potencialmente puedan ser cuellos de botella. Con estos acuerdos EE.UU. confía en evitar interrupciones en las cadenas de suministro e impedir el monopolio chino5.

«Con estos acuerdos EE.UU. confía en evitar interrupciones en las cadenas de suministro e impedir el monopolio chino»

Otros temas de seguridad económica con China, incluidos en los debates, son los referentes a la protección de tecnologías sensibles6; tecnologías del ámbito de la seguridad y la defensa tales como la computación cuántica, los semiconductores, la biotecnología o la tecnología espacial. Vinculantes o no, los mecanismos de control de las inversiones extranjeras en toda Europa siguen esta directriz de no traspasar ciertas tecnologías a China.

Durante la Pandemia y la guerra de Ucrania hemos visto cómo los gobiernos han subvencionado ciertas industrias, la sanitaria y la de energía, pero en Estados Unidos el intervencionismo se ha manifestado mediante la imposición de regulaciones, fundamentadas en la seguridad nacional y en la geoestrategia, cómo fue la expulsión de Huawei, la legislación para impedir las exportaciones de chips de alta tecnología o la limitación de la exportación de tecnología cuántica hacia China, o limitar la red social TikTok. Los mismos fundamentos que se han utilizado para que las empresas tecnológicas (Google o Microsoft) cedieran gratuitamente o a precios muy bajos algunas de sus capacidades para ayudar a los servicios de inteligencia militar en la guerra de Ucrania.

En resumen, la COVID y la guerra de Ucrania han acelerado dos fenómenos que aparecían en el horizonte, el incremento de la intervención del estado en la economía, basado en términos de seguridad nacional, y el proceso de digitalización de la economía. Estados Unidos ha marcado muy claramente el camino de separar su economía de la china, y de prepararse para la confrontación. Queda por ver qué hará la UE, si sigue los pasos de EE.UU. o marca un camino propio.

«la COVID y la guerra de Ucrania han acelerado dos fenómenos que aparecían en el horizonte, el incremento de la intervención del estado en la economía, basado en términos de seguridad nacional, y el proceso de digitalización de la economía»

Control de minerales estratégicos

La manera en que la UE afronte la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China impactará en su futuro, por lo que se abrirá un debate sobre el papel que quiere tener en el nuevo orden mundial y si quiere tener autonomía estratégica o no, o incluso, hasta dónde queremos hacer llegar esta autonomía; igual que tendremos que establecer nuestra autonomía/dependencia de sectores industriales y tecnológicos clave para llevar a término la transición verde y el grado de dependencia que queremos mantener respecto de los EUA y de China.

La Unión Europea ya ha emprendido su transición hacia una economía verde y digital con la que pretende alcanzar una posición de liderazgo mundial. Para llevar a cabo esta transición, hay que disminuir la dependencia de ciertas materias primas, sobre todo disminuir la dependencia de los proveedores chinos, y que los suministros7 lleguen a la UE de manera segura y sostenible, sin perturbaciones en la cadena de suministros. En este sentido la Comisión Europea presentó en septiembre de 2020 un Plan de Acción para las materias primas críticas titulado: Resiliencia de las materias primas fundamentales: trazando el camino hacia un mayor grado de seguridad y sostenibilidad, el objetivo del cual es avanzar hacia una mayor «autonomía estratégica» de determinados minerales imprescindibles para llevar a término la transición hacia una economía verde y digital8. De esta manera la UE reinterpreta sus intereses para mantener o mejorar su posición económica como potencia mundial y redirige sus intereses geoestratégicos para contrarrestar su excesiva dependencia de unas materias primas claves para la transición verde que se ha propuesto. Esta iniciativa se basa en tres pilares, uno es que el suministro sea seguro, dos que el suministro sea sostenible y, tres, un uso eficiente de las primeras materias por medio del reciclaje. Los retos que se plantean son: acceder a estos recursos minerales ya sean primarios o secundarios, es decir, asegurar el suministro; diversificar las fuentes de suministro y asegurar la cadena de suministro, es decir, un suministro seguro y sostenido; al tiempo que remarca la necesidad de reutilizar minerales de los componentes en desuso. La cuestión puede convertirse en que lleguemos a cambiar la dependencia de combustibles fósiles por una dependencia de materias primas críticas.

Para llevar a cabo la transición verde europea, se puede acceder a materiales esenciales para la fabricación de turbinas eólicas, paneles solares o baterías para coches eléctricos, pero también se puede acceder a materiales esenciales en el sector tecnológico, el sector aeroespacial, el de defensa o el farmacéutico9.

Las tierras raras (REE) son imprescindibles para la producción de aparatos eléctricos tales como catalizadores, imanes o turbinas; son minerales fundamentales para la implementación de las energías renovables, cada automóvil utiliza un kilogramo de REE, una turbina eléctrica 200kg por megavatio, un submarino puede necesitar 400 toneladas de REE, un destructor 2 toneladas y un caza F-35 400 kg de REE. En este contexto preocupa el control chino de estos materiales10, mientras que el gobierno chino puede limitar la producción o la exportación convirtiendo estos minerales en un arma de guerra o un cuello de botella para las economías industrializadas.

También en septiembre de 2020 se publicó el informe Critical Raw Materials for Strategic Technologies and Sectors in the EU. A Foresight Study11, que recoge la vulnerabilidad de la UE en materias primas críticas; este informe recoge nuevas tecnologías que considera clave para asegurar los objetivos climáticos y la transformación digital y que también son clave desde el punto de vista de la defensa y el sector aeroespacial. Todos ellos dependen de materias primas críticas y de productos derivados, que, con carácter general, tienen a China como principal suministrador12.

Todos hemos oído la referencia histórica de que cualquier cambio hegemónico ha sido precedido de una guerra, y qué todos los imperios han caído después de una guerra. Con este tipo de similitudes algunos plantean que esta confrontación mundial entre Estados Unidos y China por ostentar la hegemonía mundial puede acabar en una tercera guerra mundial o en una nueva segunda guerra fría, o al menos consideran que así será mientras no se defina un nuevo orden mundial. Una línea de trabajo para impedir una tercera guerra mundial podría ser trabajar para establecer un nuevo orden mundial no binario, formado por diversas potencias que pudieran evitar esta tercera guerra mundial.

Como hemos mencionado Estados Unidos considera que China pretende rehacer las estructuras de poder mundial y competir con ellas por la influencia global; desde esta perspectiva, en esta competición, el competidor que demuestre una importante ventaja tecnológica tendrá ventaja en la influencia global y tendrá ventaja en el conflicto y en la disuasión. Con esta lógica Estados Unidos ha planteado el escenario de cómo puede ser una guerra con China, y no dudan de que ésta puede ser de «cocción lenta» y victoria sin disparar un tiro, o bien «relámpago», de hechos consumados. Para cualquiera de los dos escenarios la tecnología será definitiva. En este panorama, investigadores del Centre d’Estudis Estratègics Internacionals (CSIS) han identificado 7 tecnologías clave que pueden representar el éxito de la guerra de los EUA contra China. Tres de estas tecnologías se denominan «de esprint», en las que los avances de las empresas privadas no son suficientemente rápidos o no están adaptados a los intereses militares, son: la tecnología de bioingeniería, las redes de comunicación segura y la computación cuántica. Las otras cuatro tecnologías son de «seguimiento», son tecnologías en las que las inversiones del sector privado son sólidas y sólo requieren ayuda pública, son: baterías miniaturizadas de larga duración, sensores, robótica e inteligencia artificial/aprendizaje automático13.

Con esta premisa, aquél que pueda mantener el control tecnológico unido al control hegemónico económico y político mundial, la lucha por ciertas tecnologías estratégicas se muestra clave y coloca los minerales «estratégicos» en el punto de mira de la nueva competitividad mundial. Esta apuesta de futuro modificará la geoestrategia y creará nuevos alineamientos estratégicos14. La estrategia china de controlar el mercado de tierras raras se concreta en explotar estos recursos en su territorio, pero también en explotar las extracciones mineras en otras regiones de América Latina, África, Australia o Groenlandia; las empresas mineras chinas trabajan con el apoyo estatal, cosa que les permite competir económicamente con otras empresas occidentales; esta política de asegurar el acceso a los minerales estratégicos se complementa con la política de cooperación exterior china, y la asocia a la construcción de infraestructuras como ferrocarriles, puertos, carreteras u hospitales en países en los que consiguen contratos a largo plazo de extracción de materias primas.

«aquél que pueda mantener el control tecnológico unido al control hegemónico económico y político mundial, la lucha por ciertas tecnologías estratégicas se muestra clave y coloca los minerales «estratégicos» en el punto de mira de la nueva competitividad mundial»

Sin embargo, el futuro no está escrito, la sociedad civil puede impulsar cambios de rumbo, por eso es importante el debate social, la reflexión y la propuesta de iniciativas. Sin cuestionar el cambio tecnológico en curso, hay que debatir sobre donde queremos que se centren los esfuerzos científicos o académicos. La UE ha definido 4 sectores industriales como estratégicos: la movilidad, la producción de energía, el militar y el espacial; una definición qué se trazó en términos de seguridad. Hay que preguntarse, ¿la seguridad de quién? ¿La seguridad del Estado? ¿La seguridad de las élites o la seguridad de las personas? ¿Quién tiene que ser el sujeto de la seguridad? ¿La seguridad frente a qué? ¿De qué nos protegemos? ¿Ante qué situaciones queremos sentirnos seguros? ¿Nosotros, los ciudadanos, podemos exigir que se incluyan como sectores estratégicos la seguridad alimentaria y la salud? ¿Qué es más importante la vida o la lucha por el poder? Nos corresponde a nosotros formular otras preguntas, establecer otras prioridades y trabajar para hacerlas posibles.

«el futuro no está escrito, la sociedad civil puede impulsar cambios de rumbo, por eso es importante el debate social, la reflexión y la propuesta de iniciativas»


1. Disponible en:  https://www.defensa.gob.es/Galerias/main/nuevo_concepto_estrat_gico_de_la_otan.pdf 

2. Vidal, Esteban (2020), «El debate del auge de Occidente: una introducción», Global Strategy Report, No 36/2020. Disponible en: https://global-strategy.org/el-debate-del-auge-de-occidente-una-introduccion/ 

3. Pablo Pardo (2023), “Panorama económico tras la pandemia y la guerra”.  En Panorama Estratégico 2023. Disponible en: https://www.ieee.es/publicaciones-new/panorama-estrategico/2023/PANEST_2023.html

4. https://commission.europa.eu/strategy-and-policy/priorities-2019-2024/european-green-deal/green-deal-industrial-plan/european-critical-raw-materials-act_es

5. Mayo 2023, Aidan Arasasingham, Emily Benson, Matthew P. Goodman y William Alan Reinsch, del CSIS. Disponible en: https://www.csis.org/analysis/assessing-ipefs-new-supply-chains-agreement?_cldee=GhQigSg75P0yk4JwVsG-2RXt5i4ljyRVx7DXKywl3a_in7v7oXzQG0CEeT6iDj0B&recipientid=contact-cd4ad23273c4ec11a7b6000d3abc4718-18aeb2965a9b44599ca9b69765e8650c&esid=ace647d8-2105-ee11-8f6e-000d3a4c1cd2

6. https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/speech_23_2063

7. https://cde.ugr.es/index.php/union-europea/noticias-ue/1572-materias-primas-fundamentales-garantizar-unas-cadenas-de-suministro-seguras-y-sostenibles-en-la-ue

8. https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52020DC0474&from=EN

9.Tal y como recoge la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, titulada: Un nuevo modelo de industria para Europa, Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52020DC0102&from=EN

10. https://www.dw.com/es/cuando-las-tierras-raras-se-convierten-en-un-arma/a-49109708

11. Disponible en: https://rmis.jrc.ec.europa.eu/uploads/CRMs_for_Strategic_Technologies_and_Sectors_in_the_EU_2020.pdf

12. Disponible en: https://ec.europa.eu/docsroom/documents/42881

13. Disponible en: https://www.csis.org/analysis/seven-critical-technologies-winning-next-war

14. Disponible en: https://www.iai.it/sites/default/files/iaip1927.pdf


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Publicado en Pasos a la Izquierda, el 22/06/2023
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