El nuevo modelo de defensa en España
(Artícle no disponible en català).
Analisis del nuevo módelo de
fuerzas armadas presentado por el Minisiterio de Defensa español y su
transición a un ejército profesional.
Publicado en el libro «Las viejas mentiras de la nueva OTAN», Plataforma contra la OTAN, Madrid, mayo 1997.
Pere Ortega
La desaparición de la URSS y el consiguiente final de la guerra fría, izo albergar muchas esperanzas de que se entraría en una nueva etapa, presidida por la desaparición de los bloques militares y el desarme. Hoy esas esperanzas, en parte, se han visto frustradas, pues si bien es cierto que, se ha frenado en parte la carrera de armamentos Se han subscrito acuerdos de desarme de armas convencionales (CFE), y de armas nucleares (STAR I y II). Pero en cambio continúan muchos proyectos propios de la guerra fría (en España el EFA). La desaparición del Pacto de Varsovia, no ha ido acompañada del de la Alianza Atlántica.
LOS 3 ARGUMENTOS Y CONTRARGUMENTOS AL NUEVO EJERCITO PROFESIONAL EN ESPAÑA
1º.- Hoy, nos dicen (informe del Ministerio de Defensa) la OTAN, anuncia su renovación, con el afán de alcanzar nuevos objetivos, algunos fuera del área que le tenía asignado el tratado (al norte del trópico de Cáncer). O sea para su utilización «fuera de la zona de cobertura del Tratado de Washington», así como a definir una nueva identidad de seguridad y defensa para el Atlántico Norte.
O sea, podemos pensar que, si en el pasado la OTAN, se contentaba con asegurar la estabilidad de Europa occidental en el marco estricto de las fronteras del Atlántico norte. Hoy la OTAN está dispuesta a abrir su radio de acción hacia el este y el sur, sin limites geográficos y con unas fuerzas más reducidas, pero también más polivalentes, que igual sirvan para defender territorios, que para intervenir en el exterior, en misiones de guerra o de paz; con gran movilidad (dispuestas a acudir con celeridad allá donde sea necesario), bien pertrechadas (armamento de última generación y gran capacidad de disuasión); y con un personal bien formado para intervenir y utilizar ese sofisticado material.
2º.-. La nueva situación geoestratégica, está marcada por la proliferación de riesgo de conflictos de media o baja intensidad en diferentes puntos del planeta. Lo cual, de acuerdo con los nuevos conceptos de la defensa nacional, obliga a «la defensa de los intereses estratégicos nacionales allá donde se vean amenazados» , y esto, a su vez determina la necesidad de unas «fuerzas armadas con unas características concretas y, desde luego, diferentes a las que España tiene en la actualidad».
Parece ser, que España se vera obligada a defender sus intereses nacionales allá donde se vean amenazados. Nada nuevo, que no hayamos oído repetir hasta la saciedad en otros documentos de la NATO y la UEO, y que ahora se repiten en el caso español. Todo induce a pensar que, se pretende que el estado español se convierta en baluarte armado en una de las fronteras de la Unión Europa, la del sur con el Magreb, que se está construyendo a partir del tratado de Maastrich. Y también suponer, que esos «intereses estratégicos» que hay que defender, serán los relativos al suministro de materias primeras procedentes del sur, y en especial el gas argelino o el petróleo de Oriente Medio, los que deberán justificar una operación militar fuera de nuestras fronteras.
3ª.-. En el futuro, se dice más adelante, «las guerras, los conflictos y las crisis del próximo futuro, se desarrollarán en un ambiente tecnológico avanzado». Y continua con otro argumento, sin duda el más alarmante, que «el gasto en defensa es gasto en seguridad y en estabilidad. Seguridad y estabilidad son la base ineludible de cualquier pretensión de bienestar económico y social». E insiste que, «el gasto en Defensa es pilar fundamental de la construcción del estado social y democrático de derecho».
Aquí la falacia es bien visible, se trata de justificar lo injustificable. Para ello, se asimila seguridad a defensa militar, sin tener en cuenta otras posibilidades para asegurar la paz que no sean la defensa armada. Y ello, mediante un subterfugio, que el gasto militar es sinónimo de bienestar económico y social. Cuando hay quien afirma precisamente lo contrario. Que la economía militar (industria de armas y ejércitos) son improductivos, y frenan el desarrollo económico y social. Y precisamente con el argumento, que más rechazo puede encontrar en la sociedad española, el aumento del gasto militar. Pues a buen seguro que dicho incremento irá en detrimento del desarrollo social (sanidad, enseñanza, pensiones…). Sólo hace falta hojear los anuarios que se publican sobre la situación de los países del Tercer Mundo, para darse cuenta de como el gasto militar influye negativamente sobre el desarrollo humano, social y contribuye al aumento de la deuda exterior de los países no industrializados.
EL MODELO DE EJERCITO PROFESIONAL
Los rasgos más destacados del nuevo modelo de fuerzas armadas según el mencionado informe son:
a) Fijar en 130.000 soldados el máximo de efectivos y en 100.000 el mínimo, con los cuales se garantiza la consecución de los objetivos fijados. (En la actualidad, el contingente de tropas asciende a 180.000 soldados, a parte, existen 51.000 militares con mando).
b) Posibilidad de que todos los ciudadanos/as (hombres y mujeres) puedan incorporarse voluntariamente a la defensa mediante un tiempo mínimo de un año. La permanencia media en activo será de cinco a seis años para la tropa profesional.
c) No abandonar la posibilidad de recurrir a la movilización general en casos de grave crisis, mediante: utilización de los efectivos de la Guardia Civil; reincorporación de la tropa profesional licenciada (que se han constituido en reserva movilizable); el resto de españoles también son mobilizables.
d) Las retribuciones a la tropa serán en torno al salario mínimo interprofesional (67.000 ptas./mes) el primer año de servicio, pasado este período sería similar al actual (80.000/100.000)
e) La incorporación será paulatina hasta la plena profesionalización en el año 2003. En 1997, se crearán 3.500 nuevas plazas, aparte de los 37.800 actualmente existentes; en el 98, hasta el 2002, entre 10.000 y 15.000 y en el 2003 se alcanzará la plena profesionalización.
EL COSTE DEL EJERCITO PROFESIONAL
Se dice en el informe, que los gastos en defensa, tendrían que guardar una proporción de un 60% para materiales (armamento e infraestructuras) y un 40% en gastos de personal (sueldos y mantenimiento). En la actualidad, estos gastos guardan una proporción inversa, un 57% para personal y un 43% en materiales.
Seguidamente, se realiza un estudio económico sobre el coste que el nuevo ejército tendría en el 2003, año en que finaliza su total profesionalización. En el supuesto de que se observara la proporción (40% personal, 60% material)
GASTOS DE PERSONAL
(en millones de pesetas)
MODELO ACTUAL(1) | MODELO 100.000 (2) | % (2)/(1) | MODELO 130.000 (3) | % (3)/(1) | |
MANDOS y personal civil contratado | 379.672 | 392.342 | 3’33 | 392.342 | 3’33 |
SOLDADOS | 112.307 | 191.650 | 71% | 249.605 | 122% |
TOTAL | 491.979 | 583.992 | 19% | 641.947 | 30% |
En cuanto a los gastos en materiales, en el presupuesto de 1997 el ministerio de Defensa ha presupuestado 378.013 millones, y se pretende pasar a 875.988 con el supuesto de 100 mil soldados, y a 947.178 millones con el de 130 mil soldados (cuadro 3). O sea, que el aumento, contrariamente a lo que se supone, no se experimentará en los gastos de personal, que tendrán un incremento comparativamente bajo (un 19% o un 30%), sino que se producirá en las inversiones en materiales, las cuales, según lo expuesto en el informe, sufrirán un fuerte aumento (cuadro 3), y crecerán un 132% para el modelo de 100 mil soldados o un 151% para el de 130 mil.
PRESUPUESTO MINISTERIO DE DEFENSA
(en millones de pesetas)
MODELO ACTUAL (1) | MODELO 100.000 (2) | % (2)/(1) | MODELO 130.000 (3) | % (3)/(1) | |
Gastos de Personal | 491.979 | 583.992 | 19% | 641.947 | 30% |
Gastos de Material | 378.013 | 875.988 | 132% | 947.178 | 151% |
TOTAL | 869.992 | 1.459.980 | 68% | 1.589.125 | 83% |
El pasado 19-6, el Secretario de Estado de Defensa, Pedro Morenes, presentaba un nuevo estudio sobre la base de 115.000 soldados (165.000 efectivos), ahora con una proporción de 50% para gastos en materiales y un 50% en gastos de personal. Lo cual reduciría los gastos expuestos situándolos en un 2’73 del PIB
MODELO ACTUAL (1) | MODELO 115.000 (2) | % (2)/(1) | |
Gastos de Personal | 491.979 | 577.000 | 17% |
Gastos de Material | 378.013 | 577.000 | 53% |
TOTAL | 869.992 | 1.154.000 | 33% |
El informe, pone mucho énfasis, en que hay que hacer ese esfuerzo en reducir el coste de personal, y pasar del 57% a un 40%. Pero, lo que no se menciona, es que buena parte del gasto de personal militar en la actualidad, se lo llevan esos 51.000 mandos y el personal contratado. Con lo que se puede hacer la suposición, de que el esfuerzo que se pide a la sociedad española en la profesionalización, es para perpetuar un ejército de grandes dimensiones, y poder así continuar dando empleo a esos 51.000 militares con mando. Lo cual, hay que sospechar es del todo verosímil, puesto que el informe ha salido del propio ministerio de Defensa, y en ningún momento menciona la posibilidad de reducir el actual cupo de militares con graduación, a todas luces desproporcionado para el actual modelo mixto (180.000 soldados, un mando por cada 3’6 soldados), ni para el que se propone (un mando por cada 2 ó 2’6 soldados). Además el gasto de personal en su mayoría corresponde a los mandos 392.342 millones, frente a los 185.000 millones que costaría profesionalizar la tropa.
Si mantenemos las gastos militares en pesetas constantes de 1997, en el año 2003, el gasto militar podría alcanzar la exorbitante cifra de 2 billones 144.140 millones de pesetas para 165.000 efectivos.
GASTO MILITAR EN ESPAÑA
(en millones de pesetas)
1997 (1) | 115.000 año 2003 (2) | % (2)/(1) | |
Mº de Defensa | 869.992 | 1.154.000 | 33% |
Clases pasivas | 359.509 | 359.509 | |
Guardia Civil | 279.593 | 279.593 | |
Org. autónomos | 128.484 | 128.484 | |
Objeción concien. | 3.017 | 3.017 | |
Inversiones | 35.000 | 35.000 | |
NATO | 795 | 795 | |
UEO | 426 | 426 | |
Intereses Deuda | 183.316 | 183.316 | |
Total gasto militar | 1.860.132 | 2.144.140 | 15% |
Pero además, el informe no menciona si en los gastos de materiales, se tienen previstos las inversiones para fabricar los proyectos estrellas del ministerio de Defensa:
– Los 87 aviones Eurofighter (nuevo avión de combate europeo) CASA
– Las 4 fragatas 2000 (280.000 millones) Bazán
– 463 blindados (124.000 millones) Santa Barbara
Que en el ejercicio de 1997 han sido presupuestados en el ministerio de Industria, por un importe de 35.000 millones, 25.000 millones destinados al proyecto del avión de combate europeo (Eurofighter), que fabrica Construciones Aeuronáuticas (CASA) -actualmente ya se llevan gastados en la fase de investigación cerca de 200.000 millones- y cuyo coste superará el billón; y los 10.000 millones para la nueva Fragata 2000, fabricado por BAZAN, con un presupuesto de 280.000 millones. Y que ambos estarán finalizados en el año 2003. Y en los años próximos, es posible, que estas inversiones no vayan con cargo al ministerio de Defensa, con lo cual el gasto militar aún se dispararía más
Una propuesta, a buen seguro, a la que no debe ser ajeno el «loby» militar-industrial, que debe ver en la profesionalización una salida a la crisis actual por la que atraviesa la industria militar en España, y ven en la profesionalización y modernización de los ejércitos, la oportunidad de que buena parte de esos gastos se dediquen a la adquisición de nuevos armamentos, que posibiliten recuperar y relanzar los negocios de sus insanas y maltrechas industrias.
En definitiva, las cuentas no salen. Una de dos, o los españoles hacen un gran esfuerzo, renunciando a parte de sus gastos sociales para sufragar ese nuevo modelo de fuerzas armadas. O el ejército profesional en las dimensiones propuestas es impracticable, debido a que ese enorme gasto militar difícilmente lo aceptará la sociedad española. Eso, sino se quiere ver el exiguo «estado del bienestar» español que se esfuma en gastos militares.
ALTERNATIVAS AL MODELO
La sociedad española, en gran medida ha contestado el Servicio Militar Obligatorio (SMO), como lo demuestra el aumento de la objeción y la insumisión de conciencia entre los jóvenes. Así lo entendieron las fuerzas políticas, que introdujeron la profesionalización con diferentes variantes en sus programas electorales. IU, izó una propuesta más razonable, que sostiene una modelo de ejército profesional reducido y defensivo -hay que suponer que extraído de la propuesta lanzada por Vicenç Fisas, basado en una defensa no ofensiva, con unas fuerzas profesionales que no rebasaran los 50.000 efectivos.
Pero, en primer lugar, hay que recordar que esa propuesta se produjo en 1990, a poco de producirse la caida del muro de Berlín, y el panorama europeo e internacional no era el mismo de hoy. Y desaparecido el bloque soviético, lo razonable sería abrir un debate sobre cuales son los peligros o las amenazas que hoy percibe España en su entorno, y si estos representan un riesgo para nuestra seguridad. Y en el caso de ser estos plausibles, si los ejércitos serían la manera más adecuada para hacerles frente, o quizás habría otras formas de resolverlos sin necesidad de acudir a la defensa militar.
Y puestos a hacer propuestas, contemplar la posibilidad de la desaparición de las actuales fuerzas armadas. Pues a lo mejor se llega a la conclusión, que es hora de empezar a pensar que no se trata de ninguna idea descabellada, y que es necesario un debate en profundidad sobre la seguridad y el papel que juegan en ella los ejércitos. Lo cierto, es que los partidos políticos de raíz clásica (de izquierdas y derechas) no han contemplado jamás esa posibilidad, y a lo máximo que se han atrevido (la izquierda) es a dibujar un idílico horizonte lejano sin estado ni ejércitos. En cambio, esa propuesta, si que es una reivindicación que ha tomado fuerza desde los nuevos movimientos sociales, Aunque la IRG (Internacional de Resistentes a la Guerra) ya la hizo suya con su rechazo a la guerra en 1921. en especial en el pacifismo europeo. Es una reivindicación del Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC) en España.
Hoy en Europa hay 6 millones de soldados, en el mundo son 32 millones. William Cohen, secretario de defensa de EEUU ha presentado un plan de fuerzas armadas para el siglo XXI, piensan reducir 61.000 soldados del millón y medio que tienen. Además pretenden mantener 100.000 soldados en Europa. Y dijo en su informe que «La euforia dominante después del final de la guerra fría tiene que moderarse, pues nuevos peligros y amenazas se asoman en el horizonte».
Pues puestos a hacer propuestas posibilistas, ¿Porqué no ampliar el concepto de seguridad, tal como proponen los informes -nada sospechosos de radicales- del PNUD (Informe Mundial sobre Desarrollo Humano) de Naciones Unidas, por otros aspectos que no sean estrictamente militares? Y plantearse otro tipo de defensa que no sea estrictamente militar. Por ejemplo: ¿No se resolverían con mayor eficacia los problemas derivados de la seguridad, pongamos por caso, con 4000 ó 5000 personas convenientemente adiestradas en la intervención y mediación en los conflictos, para cuando España tenga que acudir a cumplir con sus compromisos con Naciones Unidas, y tenga que enviar fuerzas de pacificación? En Bosnia a lo máximo se han llegado a emplear 1.200 hombres.Y ese mismo contingente, podría servir, junto a otros de similares del resto de países miembros de la onU, para garantizar las cuestiones de seguridad del propio territorio español. Y aún teniendo en cuenta esta posibilidad, se tendría que estudiar con detenimiento, pues podría resultar un contingente excesivo, aparte de otras cuestiones derivadas de la formación y adiestramiento de dichas fuerzas
No es ninguna insensatez. Sino que se trata de uno de los grandes retos que la comunidad internacional tiene que afrontar en este próximo milenio. Que hacer para conseguir que la paz y la seguridad sean respetados por todos los estados, y de que medios deben dotarse las NNUU para garantizar que los fines de su Carta fundacional se respeten. Desde luego, lo primero sería modificar en profundidad las actuales estructuras -sobre todo el Consejo de Seguridad- y que los estados se comprometieran en hacer cumplir sus resoluciones. Y en ese nuevo contexto, preguntarse ¿Para que deben servir los ejércitos en el siglo XXI?
Con esa nueva reformulación de los ejércitos y de la onU, podría convertirse en realidad la vieja aspiración pacifista de «convertir las espadas en arados», y que se produjera la desmilitarización general de todos los estados miembros de la onU, eliminando los efectivos militares y substituyéndolos por un contingente encargado de velar por el cumplimiento de la paz y la seguridad de los pueblos del planeta. Que podría ejercer como un cuerpo polivalente para intervenir en casos de catástrofes naturales (incendios, terremotos, inundaciones, accidentes…) y llevar ayuda humanitaria aquellos que la necesiten. Solo recordar, que hoy el gasto militar mundial viene a representar el 2’5 del PNB de todo el planeta (una barbaridad de miles de millones de dólares). E imaginarse, lo que se podría hacer con esos recursos. El informe del PNUD de Naciones Unidas, estima que hoy los gastos militares anuales actuales descienden a un promedio de un 3% anual y producen al año 14.000 millones de $ de dividendos y destinándolos a los gastos que produciría la desmilitarización, (desminado, desmovilización de soldados, conversión de la industria militar, etc.) en pocos años se acabaría con el subdesarrollo del Tercer Mundo.
Además, las operaciones de mantenimiento de la paz son un componente clave de una política de seguridad alternativa a la realmente existente. Las enumero: el seguimiento de los alto al fuego; el desarme de los combatientes; la repatriación de los refugiados; el seguimiento de los comicios electorales, la interposición y la mediación en los conflictos.
Pero hasta la fecha no se han creado, sino de manera eventual y con fuerzas prestadas. Es hora de pensar en formar un cuerpo permanente, financiado y formado convenientemente para poder realizar misiones de paz
Se puede aducir de los fracasos de los cascos azules en Camboya, Somalia, Bosnia… Cierto, pero no eran fuerzas propias, sino prestadas y no preparadas (formadas), nuestros legionarios (sin comentarios).
No se trata de crear un cuerpo de bomberos a nivel mundial, sino que esten al servicio de un Centro de prevención de conflictos, que puedan detectarlos y por lo tanto actuar con tiempo.
Y es que la seguridad debería concebirse abarcando otras dimensiones que no sean únicamente las militares. Sino cuando menos, tendría que contemplar otros aspectos que afectan al desarrollo humano: sanidad, enseñanza, vivienda. Ni tampoco es concebible la seguridad, mientras los pueblos se vean amenazados por el hambre, la pobreza, el paro, el desarraigo, o no exista calidad medioambiental, libertad de expresión, política, religiosa, justicia social y respeto a la diferencia. La mejor política de seguridad es la que hace la guerra imposible, aquella que ofrece garantías a los pueblos de que una agresión exterior no es posible. Y por consiguiente, ni los ejércitos profesionales, ni las armas, contribuyen a dar seguridad, sino al contrario, acentúan la desconfianza en los países vecinos, y aumentan la posibilidad de conflictos. La mejor política de seguridad es la que se construye alejada de amenazas y coacciones, sino que se apoya en políticas de diálogo, de cooperación mútua, económica e intercultural. La que busca en la negociación y en la diplomacia preventiva la resolución pacífica de los conflictos. La que intenta resolver las diferencias por medios políticos, con conferencias de seguridad regional, donde se aborden los conflictos desde la óptica de las soluciones pacíficas, por la vía del compromiso, del consenso y la reciprocidad.
Una definición de utopía es convertir en real lo posible. Otra, sería convertir lo inedito en viable. Después de siglos de comprobar la inutilidad y los pésimos resultados conseguidos con los ejércitos. No hay que dar por imposible su desaparición.
LA SINDICACION
Como la profesionalización de las fuerzas armadas parece irreversible, puesto que con una u otra variante, todos los partidos políticos la aceptan y apoyan. Se tendría que introducir la propuesta, de la libre sindicación entre la tropa y los mandos para el nuevo modelo de ejércitos, y que esta pueda ejercerse en plena igualdad de derechos que el resto de ciudadanos del estado español. Y de este modo, poder garantizar cuando menos, la introducción de ideales democráticos, de clase y de defensa del estado de derecho. Esta es una cuestión de suma importancia, sino se quiere ver al futuro ejército en una situación de suminisión al poder del estado, sin posibilidad de salvaguardar en el futuro, espacios en el interior del ejército que permitan la reflexión sobre aspectos de carácter social, o sobre cuestiones relacionadas con la defensa y la seguridad de los pueblos que integran el estado español.