Propuesta de estudio de conversión de la industria militar EXPAL (2)

Propuesta de estudio de conversión de la industria militar EXPAL (2)

(Artícle no disponible en català).  
Diversas entidades catalanas y vascas propusieron en el año 1997 llevar a cabo un estudio de conversión de una industria militar, en concreto se propuso EXPAL, S.A.: Una industria bien conocida por fabricar minas antipersona y explosivos e importante exportadora de estos artefactos en los países del sur. Este es el proyecto que se realizó, y los pasos que se realizaron. Finalmente el proyecto se abandonó por la resistencia de algunos sindicatos, y sobre todo por la oposición de la dirección de Expal, S.A.  
Campanya Contra el Comerç d’Armes (Octubre de 1997).


 
DOSIER ANTEPROYECTO

UNA PROPUESTA PARA LA CONVERSION DE LA INDUSTRIA DE ARMAMENTOS


13-10-97

1. PRESENTACION

1.1. El comercio de armas


1.2. El papel de los sindicatos

2. PROPUESTA DE ESTUDIO

2.1. El grupo empresarial Unión Española de Explosivos, S.A.

2.2. Breve historia del grupo

3. ORGANIZACION

4. METODOLOGIA DEL ESTUDIO

4.1. Esquema del Análisis Económico-Financiero


4.1.1. Análisis del Balance de Situación


4.1.2. Análisis de la Cuenta de Resultados


4.1.3. Análisis de la Rentabilidad


4.2. Esquema del Análisis de Producción


4.2.1. Análisis de la Plantilla Laboral


5. PLAN DE TRABAJO

5.1. Fases

5.2. Calendario

PRESENTACION

El fin de la Guerra Fría propició el desarrollo de un optimismo social que llevaba a suponer que se habría una nueva época sin confrontación de bloques militares y que además supondría el fin de la carrera de armamentos. Este optimismo tomó cuerpo en lo que vino en llamarse el «dividendo de la paz». Resumidamente este concepto venía a decirnos que, todos aquellos recursos destinados a sostener grandes ejércitos y sus armamentos, en el nuevo orden mundial, se destinarían a desarrollo social, humano y sostenimiento ambiental. Una de sus concreciones tenía que ser la conversión de la industria de armamentos.


Los procesos históricos desarrollados entre finales de la década de los ochenta hasta hoy en día nos muestran que, las tendencias no han acabado en ir en esa dirección, pues primero la Guerra del Golfo, donde se pusó en marcha una gran maquinaría de armamentos que sirvió de relanzamiento de la industria militar, con el consiguiente rearme de la región y finalmente, la refundación de la nueva OTAN, indican que el camino seguido es ciertamente otro, y que las concepciones de seguridad siguen basadas en aspectos militares al igual que en el viejo orden mundial. Prueba de ello, es que el final de la Guerra Fría, trajo consigo, en un primer momento, una reducción importante del gasto militar mundial, situándose en un promedio de un 3% anual entre 1989 y 1995 que redundaron en ese optimismo social al que sé hacía referencia; pero a partir de 1996, se ha vuelto a producir un alarmante incremento en los gastos militares mundiales que hacen predecir un relanzamiento de las diversas carreras de armamentos ahora existentes (Oriente Próximo, Sudeste asiático, Sudamérica, India-Pakistán, Grecia-Turquía…) en el ámbito de áreas regionales.


Producto de esta nueva situación, las principales industrias de armamentos norteamericanas y europeas entraron en una fuerte crisis. A la cual se vino a añadir otro nuevo factor, el denominado «mundialización», con sus efectos negativos sobre aquellas industrias de carácter nacional que, tuvieron que adaptarse rápidamente a los nuevos retos para poder competir a escala mundial y que, las obligó, a abrir un proceso que combinara la modernización, la diversificación y la concentración, con el cierre de aquellas industrias militares menos competitivas y obsoletas. Una muestra de esto último lo hemos podido ver en la situación de crisis en que se encuentran las industrias españolas.


La desmilitarización y la conversión de instalaciones e industrias militares es uno de los grandes retos a los que han de hacer frente nuestras sociedades. Desde luego los problemas que ello acarrea no son pocos, el principal, el derivado de los costes para llevarlos a cabo que, en un primer momento, serán incluso más elevados que los beneficios, pero vista a medio plazo la relación coste-beneficio podrá producir un superávit y conseguirse resultados más positivos para un desarrollo económico más sostenible que los obtenidos con las armas.


La conversión de la industria militar no es una tarea fácil y requiere de un gran esfuerzo y sacrificio, en muchos países amplias capas de la población o regiones enteras dependen de la producción militar. El hecho de reestructurar la industria y ofrecer una alternativa a la mano de obra técnica y no técnica puede desencadenar un efecto de debilitamiento de muchas economías locales. La industria de armamentos y los estamentos militares (el loby militar-industrial) ofrecerán muchas resistencias al cambio.


Pero no faltan los estudios económicos que llegan a concluir que las armas son elementos improductivos, en primer lugar porque los artefactos que fabrican no son bienes de consumo que entren en el mercado (sólo una mínima parte inferior al 1%) puesto que no tienen valor de cambio, ni uso social; por ese motivo producen un efecto inflacionista en las economías; son responsables de gran parte de los déficits presupuestarios de los estados; absorben muchos recursos de I+D (investigación y desarrollo) que, puestos al servicio de usos civiles redundarían en mejores resultados, puesto que el trasvase de la tecnología militar al sector civil es muy limitado.


1.1 El comercio de armas


Se quiera afrontarlo o no, la exportación de armas plantea un dilema ético, aunque a unos más que a otros, nos afecta a todos por igual. Los últimos años han demostrado una vez más que no hacen falta armas de destrucción masiva para cometer genocidios (la antigua Yugoslavia, la región africana de los Grandes Lagos…) para destruir la economía y las condiciones de vida de países enteros. Luego, el dilema no es sobre el tipo de arma, sino el arma misma como forma supuesta de resolver los conflictos entre comunidades.


Pongamos un ejemplo. Justo durante el mes de junio de1997, en Suiza se rechazó en referéndum una propuesta que planteaba la prohibición de la exportación de armas. Un 77,3 % de los votantes lo hizo a favor de que se mantenga un negocio que sólo el año pasado supuso unos beneficios de 233 millones de francos suizos (cerca de 250.000 millones de pesetas). ¿Realmente no hay corresponsabilidad moral entre esta actitud de la población suiza y los efectos que las armas que se exporten tendrán en los próximos años en Africa o cualquier otro lugar del planeta?,… ¿Será limpia, éticamente hablando, la «ayuda humanitaria» que desde ése 77,3% de votantes, pueda producirse hacia los países que se vean envueltos en guerras fratricidas -todas lo son- realizadas con armas adquiridas, quizás, en Suiza?.


No se trata de culpabilizar que de poco sirve, sino de entender que unas cosas no están separadas de otras.


1.2 El papel de los sindicatos


¿Es posible armonizar el derecho al trabajo con principios éticos, cómo por ejemplo el rechazo a la guerra como método para resolver los conflictos? Son estas unas preguntas que inevitablemente surgen cuando, ante procesos de crisis de determinadas industrias de armamentos, las organizaciones sindicales acostumbran a anteponer la defensa del mantenimiento de la producción a la búsqueda de otras salidas que, con el principio del mantenimiento de los puestos de trabajo pusieran en cuestión el sentido de dicha industria.


De antiguo, los sindicatos, han unido la lucha por la paz, la solidaridad, con la demanda de justicia social. Sin embargo, el dilema planteado con la industria de armamentos como forma concreta de la lucha por la paz de los sindicatos sigue sin ser de fácil solución.


Ambas reivindicaciones, la lucha por la conversión de la industria militar en civil y la lucha por la justicia social, empezando por la defensa del derecho al trabajo son aspiraciones que pueden estar perfectamente armonizadas si la iniciativa sale de los mismos movimientos sindicales. A veces la armonización de la defensa de derechos humanos universales (paz, solidaridad, derecho a la vida) con el armamentismo, ha podido parecer conflictiva frente al derecho al trabajo, sobre todo cuando este dilema ha tomado la dimensión, no de aspiración genérica sino de concreción, como es el caso al que nos estamos refiriendo. El miedo, lógico y comprensible a que esta propuesta pudiera poner en peligro puestos de trabajo o incluso amenazar la economía de una región, ha llevado muchas veces a los movimientos sindicales a defender posiciones que pensamos eran y son, contrarias a ellos mismos. Sin embargo, la conversión de la industria militar en civil, no ha de implicar necesariamente la destrucción de puestos de trabajo. Tiene gran importancia en esta implicación quién, como sujeto social, lleve la iniciativa del proceso, los criterios que consiga imponer y la amplitud de apoyos sociales que consiga generar.


Es útil utilizar el concepto de conversión frente al de reconversión, ya que, si bien son conceptos sinónimos, tienen connotaciones distintas. Su comprensión y adopción puede estimular amplios apoyos populares. El concepto de «conversión», resalta la referencia a la acción o efecto de convertir o convertirse un mismo sujeto o proceso, adquiriendo un significado y valor distinto al original. De esta manera, mientras que el concepto de «conversión» enfatiza el significado positivo del cambio, la mutación; el concepto de «reconversión industrial» difícilmente puede separarse de sus connotaciones negativas, por el hecho que en nuestra sociedad, y en términos socioeconómicos, usualmente no ha venido a significar otra cosa que destrucción de puestos de trabajo, o de regiones enteras que la han sufrido.


Una visión desapasionada de la cuestión, podría muy bien llevar a pensar que al fin y al cabo, la reconversión de una industria militar «obsoleta» se va a realizar de todas maneras y los puestos de trabajo se van a destruir igualmente. El que los sindicatos no se hayan planteado como posibilidad deseable la conversión, conlleva que, las empresas, una vez inmersas de forma inevitable en la crisis, sólo queda la defensa lógica del puesto de trabajo.


Visto de esta manera: ¿No sería más positivo para los sindicatos, tomar la iniciativa y aprovechar esta situación para, recuperando aquellos valores culturales más positivos de la tradición del movimiento obrero -que hermanan la lucha por la paz y la justicia social-, enfrentarse de forma creativa contra la destrucción de los puestos de trabajo que inevitablemente supondrá esta reconversión, proponiendo alternativas y exigiendo la conversión de la industria militar para usos socialmente más útiles y necesarios?. Que los sindicatos tomen la iniciativa desde un inicio es decisivo para hacer posible una propuesta de estas características.


La incorporación de técnicos que pudieran colaborar en este proceso de planificación y elaboración de proyectos, teniendo en cuenta necesidades regionales, transición de los puestos de trabajo,… tanto con sindicatos como con los comités de empresa de las diferentes industrias afectadas, añadirían argumentos no solo respecto a la necesidad de los mismos sino también, y fundamentalmente a su viabilidad.


Es bien cierto también que, normalmente, uno no encuentra trabajo donde quiere sino donde puede, es esta una verdad bastante indiscutible. Pero, también lo es que la conciencia de este dilema puede estimular a los diferentes movimientos sindicales organizados a proponer aquellas alternativas que puedan transformar una producción para la muerte, en cualquier otro producto socialmente más útil y necesario para la vida de los pueblos. Técnicamente está comprobado que es posible. Solamente Inglaterra, después de la II Guerra Mundial convirtió mas de la mitad de su industria de guerra en industria civil, y en pocos años. Políticamente, basta con la voluntad de hacerlo, exigiendo, con la autoridad moral que crea una iniciativa de estas características y desde los dos niveles, técnico y político que, esta conversión no tenga que suponer destrucción de puestos de trabajo, sino exactamente lo contrario.


Evidentemente no es una cuestión sencilla la que se plantea. Muchas veces, a pesar de las mejores intenciones, no va a ser posible una conversión, y se va a imponer el cierre de las industrias, lo cual, puede poner en peligro la economía de los habitantes de una zona industrial. Es por esto que, un proyecto de estas características, necesariamente debe suponer la participación del conjunto de las partes implicadas, sociales, económicas y políticas. En estos casos, será imprescindible elaborar un plan integral de desarrollo de la zona afectada, con una política planificada y una estrategia de puesta en marcha de pequeñas empresas que regeneren el tejido industrial local donde estén ubicadas las industrias y sirvan de motor para un desarrollo futuro más amplio, para impedir la pérdida de puestos de trabajo y la posible depresión de toda una localidad o comarca.


2. PROPUESTA DE ESTUDIO


2.1. El grupo empresarial


UNION ESPAÑOLA DE EXPLOSIVOS, S.A. (UEE)

Propiedad del 100% de las acciones, Pallas Invest (Holanda)

Holding de empresas fabricantes de explosivos de carácter militar del que poseen la totalidad de sus acciones y del que forman parte:


EXPLOSIVOS ALAVESES, S.A. (EXPAL)

Dirección: Ollavarre s/n, 01428 Iruña de Oca (Alava), tel 945 361470, fax 945 240641

CIF: A01001411

Actividad: Investigación, producción y comercialización de bombas de aviación, artillería y minería

Presidente: José Fernández Sánchez Junco

Número de trabajadores: 130

La sección sindical de EXPAL esta compuesta por 4 miembros CCOO, 2 ESK-KI y 1 UGT


Factoría en Vitorialanda, 4. 01010 Vitoria (Alava). Tel. 945 361470, fax: 945 240641


Tiene una segunda sucursal en:

Avda. Partenón, 16, 28042 Madrid.


EXPLOSIVOS DE BURGOS, S.A. (EDB)

Dirección: Av. Partenón, 16, 28050 Madrid, tel. 91 7220235, fax: 91 2797914

Actividad: fabricación de explosivos

60 trabajadores

Factoría en 09141 Merindad de Río Ubierna (Burgos)


FABRICACIONES EXTREMEÑAS, S.A. (FAEX)

Dirección: PG Industrial C. Arañuelo s/n, 10300 Navalmoral de la Mata (Cáceres), tel. 927 530222

40 trabajadores (38 eventuales y 2 fijos)


BRESEL, S.A.

18 trabajadores

Bresel tiene una empresa subcontratada VEGLIO

2.2 Breve historia del grupo


A principios de los años 1980, la industria de armamentos empieza en España un importante crecimiento, en esta época la industria química española estaba dominada por dos grandes empresas: Unión Explosivos Río Tinto, S.A. (ERT) y S.A.Cros.


Para conocer la historia de Unión Explosivos Río Tinto (ERT) hay que remontarse a 1873 con la creación de The Río Tinto Company, empresa química británica dedicada a la extracción de cobre y pirita en Riotinto. En 1954, esta empresa fue adquirida por capital español y pasó a denominarse Cia. Española de Minas Río Tinto. En 1969 con la fusión de Minas Río Tinto y Unión Española de Explosivos (creada en 1896), nace Unión Explosivos Río Tinto convirtiéndose en el primer fabricante de productos químicos de España, con factorías repartidas por toda la geografía española y dedicada a la extracción de minerales, pero también a la fabricación de explosivos, abonos, plásticos y química orgánica e inorgánica. Una rápida expansión hacia los sectores petroquímicos, papel, farmacia, alimentaria, editorial, inmobiliaria, etc. llevo a que el grupo, en 1981 se compusiera de 75 empresas filiales y asociadas. ERT sufrió una fuerte crisis (11.320 millones de pérdidas en 1982) que hicieron temer una suspensión de pagos. En 1983 y 84 consiguen, no obstante, negociar con bancos y preparar un plan de reestructuración que comportó fuertes desinversiones (en mayo de 1982 suponían ya 34.082 millones). Sus acciones, que habían bajado mucho, se volvieron a recuperar. Esta crisis afectó también, de forma indirecta a Explosivos Alaveses, ya que una parte de su capital pertenecía a ERT, S.A., a través de Unión Española de Explosivos.


Explosivos Alaveses, S.A. (EXPAL) fundada el 2-2-1946, había conseguido a principios de los 80 una importante actividad exportadora. En 1983 se cifraba en 1000 millones de pesetas, exportadas principalmente a Marruecos, Jordania y Argentina. No obstante, en 1984 las ventas de la empresa habían bajado un 13% debido a un descenso en las exportaciones. A este hecho hay que añadir la contracción del mercado interior que se hizo notar en 1985.


En 1986 la adquisición del grupo kuwaití, Kuwait Investiment Office (KIO), de Explosivos Río Tinto y de S.A. Cros produce una gran transformación en el sector químico español.


El 30 de junio de 1989, S.A. Cros absorbe a Explosivos Río Tinto, y nace la nueva empresa Ercros, S.A., el principal accionista de la cual es el grupo Torras (KIO) con un 38% del capital. Ercros, S.A. dirige un grupo de 79 empresas, entre las cuales se encuentra Unión Española de Explosivos, S.A.


Unión Española de Explosivos, S.A. (UEE) había sido refundada el 28-7-1988. La totalidad de su capital fue adquirido por Ercros, S.A., y de esta manera se convirtió en la cabecera de la división de explosivos de esta empresa. UEE adquirió, por otra parte, la totalidad del capital de Explosivos Alaveses, S.A. UEE también tenía como filiales a les empresas Explosivos de Burgos (EDB) y Sitec.


Entre 1990 y 1991, Ercros atraviesa una importante crisis que la desplaza del primer lugar de la clasificación de ingresos de las empresas del sector hasta el lugar 67. Se desprende de algunas de sus filiales y, en 1992 presenta suspensión de pagos conjuntamente con sus filiales Nicas, Agrocos, Industrias Químicas de Zaragoza y Fesa-Enfersa, con un pasivo para la casa matriz de 42.570 millones. Durante el año 1992 se pone en marcha un plan de saneamiento que reducirá el grupo en un tercio.


Unión Española de Explosivos en 1990 facturaba un 20% de sus ventas al área de defensa. En 1993 la falta de pedidos la obliga a cerrar sus tres plantas.


Explosivos Alaveses, S.A. también se ve afectada por la falta de demanda desde 1990 en sus dos factorías de Alava. En 1992 el 85% de sus ventas se efectuaban a clientes dependientes del Ministerio de Defensa y a las firmas del grupo UEE, Bresel y EDB. En 1993 cierra una de sus dos factorías.


En 1994 Unión Española de Explosivos es adquirida a 700 ptas. la acción por el grupo holandés Pallas Invest, holding con capital del que participan Swis Bank, AGF, Credit Lyonnais y Elf Aquitaine. En 1994 UEE era el cuarto fabricante mundial y en España líder, en la fabricación de explosivos, con filiales en Australia, Portugal y Estados Unidos.


Actualmente, Explosivos Alaveses, S.A. (Expal) está controlada en un 100% por UEE que, a su vez, pertenece al grupo Pallas Invest. UEE tiene también como filiales del sector a Explosivos de Burgos (EDB), Fabricaciones Extremeñas (FAEX) y Bresel. Estas tres filiales están dedicadas íntegramente a la fabricación de diversos componentes de explosivos de carácter militar. El ensamblado y montaje final de la «bomba» lo lleva a cabo Expal.


El grupo Unión Española de Explosivos, S.A., es la principal firma ubicada en el estado español fabricante de explosivos de carácter militar, también lo es de minas antipersona. La fuerte campaña, tanto a escala mundial como en España llevada a cabo por numerosas o­nG para la prohibición de las minas, ha tenido un fuerte impacto sobre la opinión pública, y conllevó, primero, a que el gobierno de Felipe González en febrero de 1994, decretara una moratoria en la exportación de minas antipersonales. Posteriormente una Proposición no de Ley (12-12-95) prohibió su exportación. Más tarde, en el ámbito internacional y auspiciado por Naciones Unidas, se adoptó un Protocolo en Ginebra el 3-5-1996, para impedir la exportación de minas (de próxima aprobación por el Parlamento español). Y finalmente, una iniciativa de los partidos políticos de la oposición en España, llevó al 25-2-1997, a aprobar una resolución no de ley del Congreso de diputados, votada en unanimidad por todos los grupos parlamentarios, que prohibía la fabricación, almacenamiento, comercialización y exportación de las minas antipersonas. Estos hechos, han conducido a Unión Española de Explosivos a una muy difícil situación, profundizando la crisis en la que ya se encontraba.


Muestras de la crisis por la que atravesaba el grupo Unión Española de Explosivos, S.A., es la firma, en 1995 de un convenio colectivo en Explosivos Alaveses de Vitoria, en el que se adoptó el compromiso entre empresa y trabajadores de reducir la jornada laboral en un tercio, y a su vez reducir en la misma proporción los salarios.


Estos motivos inducen a pensar que se trata de un momento oportuno para proponer llevar a cabo un estudio de conversión de este grupo de empresas.


Evolución de los ingresos y personal


Estos son algunos datos de ingresos y plantillas de les empresas y grupos a los que se hace referencia

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995
ERT
Ingresos 145481 172870 174207 187836 225334 257169 186669 168061
Personas 11080 9913 9475 9253 9100 8077 7474 7022
ERCROS
Ingresos 119730 171719 20206 216295 166686
Personas 7300 6300 339 238 9224
UEE
Ingresos 21206 23058 28606 30233 27493 24700 21206 29900
Personas 1500 1579 1613 1424 1400 950 1150 1150
EXPAL
Ingresos 1900 2060 2150 2400 2080 11600 5000 5400 6630 3261 3100 2694
Personas 200 200 200 200 140 420 400 350 350 221 210 175

(Los ingresos son en millones de pesetas)

3. ORGANIZACION

Comité consultivo:

Fons Català Cooperació de Catalunya

Fondo Vasco de Cooperación

Centro de Estudios por la Paz Bakeaz

Plataforma per la Resolució dels Conflictes a la regió dels Grans Llacs (Catalunya)

Campanya Contra el Comerç d’Armes

Comité Institucional:

José Angel Cuerda (Alcalde del Ayuntamiento de Vitoria)

Representantes de la Consejería de Industria del Gobierno Vasco

Representantes de los sindicatos: Comisiones Obreras, Unión General de Trabajadores, ESK-KI…

Equipo técnico:

Director del estudio: Arcadi Oliveres (profesor de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona). Doctor en Economía en «La industria militar en España 1982-1994. Es además autor de diversos trabajos de investigación sobre industria y economía de defensa.

Francesc Gusi (químico)

Salvador Juncà (ingeniero industrial)

Xavier Tarrés (economista, profesor de Direcció Financera de la Universidad de Girona)

Joaquím Sempere (profesor de sociología de la Universidad de Barcelona)

Núria Camps (Gerente del Fons Català de Desenvolupament)

Elisabet Montserrat (técnica del Fons Català de Desenvolupament)

Pere Ortega (licenciado en historia, miembro de la Campanya Contra el Comerç d’Armes))

Joaquím Gascón (doctor en medicina)

Josu Ugarte (director del Centro de Estudios por la paz Bakeaz)

Imanol Zubero (profesor de Sociología del Trabajo de la Universidad del País Vasco)

Antonio Escalante (miembro del grupo Gasteizkoak que estudian la situación de la industria militar en Euzkadi)

José Antonio López Fernández (presidente Justicia y Paz de Vitoria).

El equipo técnico está conformado por tres grupos de personas, uno obedece a la especialización técnica de sus miembros respecto a la materia en estudio «la conversión de una industria química de producción de explosivos, que incluye centros de trabajo con características diferentes, con instalaciones metalúrgicas y químicas» y por lo tanto hace necesaria la presencia de químicos, ingenieros y economistas (Francesc Gusi, Salvador Juncà, Xavier Tarrés). Un segundo grupo lo forman personas que desde una perspectiva de la sociología del trabajo o de la economía crítica, puedan hacer aportaciones de carácter técnico-social (Joaquím Sempere e Imanol Zubero). Y un tercer grupo, está formado por personas vinculadas a organizaciones pacifistas, o­nG de ayuda desarrollo, algunas incluso buenas conocedoras de la industria y el comercio de armas en España, y que fueron quienes lanzaron la propuesta y buscaron los recursos para que el estudio de conversión se pudiera realizar (Núria Camps, Antonio Escalante, José Antonio López, Joaquím Gascón, Pere Ortega y Josu Ugarte).

A todas ellas, las une dos rasgos comunes, la necesidad de acabar con una producción que alimenta conflictos armados, que genera sufrimiento y pérdida de vidas humanas, que destruye economías, ahonda las desigualdades; y un segundo, el de ser sensibles al aspecto social de preservar los puestos de trabajo, puesto que la conversión, no ha de generar en ningún caso, destrucción de empleo, ni de riqueza en las poblaciones en que están ubicadas las industrias objeto de estudio.

Asesoramiento extranjero:

Bonn International Centre for Conversion (BICC), Alemania

Financiación:

Plataforma de Solidaridad con la región de los Grandes Lagos (Catalunya)

Fondo de Cooperación Vasco

Fons Català de Desenvolupament de Catalunya

Recursos:

Una secretaria (en el local del Fons Català Desenvolupament de Barcelona)

Dos becarios de la Facultad de Políticas (UAB).

4. METODOLOGIA DEL ESTUDIO

El equipo técnico de especialistas se encargará de llevar a término el trabajo de campo, la realización del estudio y la elaboración de propuestas.

Las propuestas del equipo de especialistas serán discutidas por el conjunto del equipo técnico, con el fin de que la reflexión y el análisis sean lo más amplias y globales posibles, discusión en la que también participarán el grupo ubicado en el País Vasco que cumple funciones de soporte logístico y técnico.

El estudio abarcará tres apartados:

4.1. Esquema del Análisis Económico-Financiero

4.1.1. Análisis del Balance de Situación

Análisis gráfico de la estructura del balance

– Estudio del fondo de maniobra:

Fondo de maniobra real

Período medio de maduración

Fondo de maniobra necesario

– Estado de origen y aplicación de fondos

– Ratios de liquidez y deudas

Los análisis son desde el punto de vista estático (un Balance) y desde el punto de vista dinámico (evolución de diferentes balances).

4.1.2 Análisis de la Cuenta de Resultados

– Análisis de la evolución porcentual de las partidas

– Evolución de los márgenes por productos

– Cálculo del punto de equilibrio

– Ratios de ventas y mercados

4.1.3 Análisis de la Rentabilidad

– Ratios de rentabilidad. Componentes

– Autofinanciación y crecimiento. Proyectos de inversión

– Apalancamiento financiero

Comparación del resultado del análisis económico-financiero con datos de otras empresas del mismo sector.

4.2. Esquema del Análisis de Producción

Datos de la empresa (inmuebles):

– Emplazamiento y comunicaciones

– Superficie del terreno, ocupado y dispobible

– Edificios existentes y otras implantaciones de obra civil

Instalaciones de energía:

– Potencia instalada

– Potencia eléctrica instalada

– Suministros disponibles: gas natural, fuel oil, agua

– Consumos de electricidad, aceite térmico, aguas

– Instalaciones de vapor, aceite térmico, agua sobrecalentada

– Instalaciones de frío

– Instalaciones de aguas, captación, tratamiento, refrigeración

– Instalaciones de aire comprimido, gases inertes, etc.

Instalaciones medioambientales:

– Depuración de aguas

– Depuración de gases

– Residuos

Fábrica:

– Diagrama de bloques o de flujos del proceso actual de fabricación

– Maquinaria por secciones

– Consumos y capacidades

Laboratorios y plantas piloto:

– Aparatos y utillajes

Informática:

– Industrial

– Ofimática

Aprovisionamientos:

– Materias primeras utilizadas

4.2.1. Análisis de la Plantilla Laboral

– Producción

– Mantenimiento

– Administración

– Laboratorios

– Servicios diversos

4.3. Propuesta de Conversión(ha relizar despues del estudio)5. PLAN DE TRABAJO.

5.1. Fases

1º Fase. Estudio de viabilidad del trabajo (¿Es posible su realización?).

2ª Fase. Realización del estudio.

3ª Fase. Presentación y publicación del estudio.

La primera fase constará de la realización de:

a) una serie de entrevistas con las partes implicadas con el fin de ver la viabilidad de realización del estudio.

– instituciones políticas (gobierno local y autónomo)

– del grupo empresarial, representantes de la administración interna (gerencia)

– sindical (representantes del Comité de empresa)

b) la elaboración de un plan de trabajo del estudio a realizar.

5.2. Calendario:

Entrevistas realizadas hasta junio de 1997:

Antonio Ovejas Responsable de Químicas de CCOO de Euzkadi

José Luís Manzanos responsable de CCOO de Expal, S.A.

José Manuel Nogales responsable de CCOO del grupo UEE

Aitor Gabilondo técnico del Ayuntamiento de Vitoria

Diversas entrevistas con los miembros del equipo técnico.

Elaboración del Anteproyecto del estudio de conversión (finales de julio 1997)

Entre Octubre y Diciembre de 1997 tiene que haberse realizado las entrevistas con los representantes políticos, directivos de la empresa y la representación sindical.

De enero a marzo de 1998, elaboración del plan de trabajo del estudio

De marzo a junio de 1998, se elaborará el trabajo de campo.

De setiembre de 1998 a marzo de 1999 elaboración del estudio.

Forma parte del grupo como fabricante de explosivos de carácter civil (en el pasado también los fabricó para uso militar):

ESPERANZA Y CIA. (ECIA)

El 75% del capital es propiedad de la cabecera del grupo UEE, el restante 25% está en manos de los trabajadores a través de una sociedad anónima laboral.

30 trabajadores

Pallas a través de UEE también tiene como filial a Esperanza y Cia (ECIA), controlada con un 75% del capital, el restante 25% está en manos de los trabajadores a través de una sociedad anónima laboral. Dedicada a la fabricación de explosivos de carácter civil (minería, construcción…) aunque en el pasado también los fabricó para uso militar.

Información sobre el nivel de formación y retribuciones económicas de toda la plantilla.

4.3. Viabilidad de la propuesta de conversión

Estudio de viabilidad de la propuesta de conversión, acompañado de un análisis de mercado de las propuestas de fabricación.



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