El Centre Delàs y el International Peace Bureau exigen una reorientación urgente de los gastos militares a inversión sanitaria y la anulación de las nuevas compras de armamento para destinar los 13.000 millones de € a hacer frente a la crisis del COVID-19
- El gasto militar mundial alcanzó en 2019 los 1,92 billones de dólares, una cifra que crece por cuarto año consecutivo y que registra el mayor aumento en la última década.
- En el caso del Estado español el Centre Delàs d’Estudis per la Pau calcula que son 20.050 millones de € de gasto militar en 2019, el equivalente a 55 millones diarios.
- España ha comprometido desde el año 1997 solo en nuevo armamento más 42.000 millones. Con el presupuesto dedicado a los aviones Eurofighter EF-2000 y A-400M se podrían mantener 25 hospitales y 27.720 camas de hospital por un año.
El Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) ha publicado hoy 27 de abril nuevos datos sobre el gasto militar global correspondientes al año 2019, una cifra que crece por cuarto año consecutivo hasta alcanzar los 1,92 billones de dólares, 95 mil millones más que el año anterior. Este aumento ha pasado de un 2,6% a un 3,6% en términos reales, representando el mayor aumento en los últimos años. La militarización, por tanto, se está acelerando de manera alarmante en un momento de grave emergencia sanitaria, social y climática.
En el marco del Día Global de Acción sobre el Gasto Militar (GDAMS por sus siglas en inglés), la reconocida organización internacional de paz Internacional Peace Bureau (IPB), junto al Centre Delàs d’Estudis por la Pau -que acoge la oficina del IPB en Barcelona-, han organizado una rueda de prensa para valorar los nuevos datos de gasto militar y pedir una reorientación del gasto militar de España a dotar de recursos y medios para hacer frente a la actual crisis causada por el Covid-19.
Este crecimiento de los presupuestos militares y el aumento sostenido de las transferencias de armas dan impulso a una ya consolidada carrera armamentista que solo beneficia a unos pocos. Nos muestra cómo de efectiva ha sido la presión de organizaciones militares como la OTAN (cuyos estados miembro suman 1,03 billones de dólares, el 54% del gasto militar mundial) al demandar fuertes incrementos en los presupuestos militares. El fruto de esas presiones es reconocible especialmente en países con una industria militar fuerte (en Europa, Norteamérica, Asia y Oceanía). Cabe destacar por otra parte que los 5 países que más gastan (EE.UU., China, India, Rusia y Arabia Saudí) acumulan casi dos tercios del gasto militar mundial. Oriente Medio podría estar dando muestras de agotamiento en su dedicación al gasto militar como resultado de casi dos décadas concatenando conflictos armados, lo que prueba cómo la militarización está exclusivamente produciendo nuevas amenazas, tensiones e inseguridad para la población de la región y de todo el mundo.
España, con un gasto militar de 17.200 millones de euros en 2019 según los datos del SIPRI, baja una posición en el ránking hasta el puesto 17, pese a experimentar un crecimiento de un 0,9% respecto al año anterior. “Según los cálculos del Centre Delàs -que incluyen partidas incluidas en los presupuestos de otros ministerios- la cifra es aún superior y alcanza los 20.050 millones de euros, el equivalente a 55 millones de euros diarios. Imaginemos si hubiésemos invertido esta suma a fortalecer la sanidad pública”, ha alertado Pere Ortega, presidente del Centre Delàs y experto en gasto militar. En este análisis merecen una atención especial los 7 Programas Especiales de Armamento (PEA) que el ejecutivo socialista ha aprobado desde el segundo semestre de 2018, que superan los 13 mil millones de euros y que contemplan un nuevo techo de gasto para los programas del avión de combate Eurofighter, el submarino S-80 y para la adquisición de 5 fragatas F-110, 348 vehículos de combate sobre ruedas (VCR) y 23 helicópteros NH-90. Estas partidas para nuevas compras y para mejoras de modelos adquiridos anteriormente pero ya obsoletos, sitúan el coste total de los PEA por encima de los 42 mil millones de euros desde que se iniciaron en 1997. La infografía elaborada por el Centre Delàs establece una comparativa con los costes de personal y equipamiento sanitarios necesarios para hacer frente a la emergencia del COVID-19, calculando, por ejemplo, que con el dinero dedicado a los aviones Eurofighter y A-400M se podrían mantener 25 hospitales y 27.720 camas por un año. Teniendo en cuenta que el sistema de salud español sufrió unos recortes estimados de entre 15 mil y 21 mil millones entre 2009 y 2018, el Centre Delàs y la campaña del IPB reclaman la cancelación de los programas especiales de armamento aprobados por el actual ejecutivo y de todos aquellos que faltan por pagar y ejecutar.
El Centre Delàs ha querido también, en el marco de la campaña, poner el foco en la actual respuesta militarizada a la presente crisis sanitaria en el Estado español y el coste de oportunidad que esta supone. “IFEMA se hubiese podido gestionar con cuerpos civiles, que esté la UME o el ejército parece un derroche de recursos. Para luchar contra un virus no necesitamos gente armada necesitamos sistemas sanitarios fortalecidos”, ha apuntado en rueda de prensa Mar Gimena, médica del Servicio Madrileño de Salud y voluntaria en el hospital de campaña de IFEMA. Por otro lado, Ina Robles, bombero y activista de Greenpeace España que fue expedientado por negarse a supervisar un cargamento de armas en el puerto de Bilbao, ha añadido: “Las labores que está llevando a cabo el ejército durante esta pandemia no son labores militares, se podrían hacer con personal civil de una manera más eficiente. La gente adecuada para hacer estas labores y las empresas que cuentan con los recursos necesarios están en su casa”.
“Las cifras para el 2019 muestran un sólido crecimiento del gasto militar mundial que plantea importantes riesgos para la paz y seguridad globales y supone al mismo tiempo una gran desviación de recursos públicos que son fundamentales para hacer frente a la crisis del coronavirus”, ha destacado Jordi Calvo, vicepresidente del IPB y coordinador del Centre Delàs. “Es el momento de acometer drásticas reducciones del gasto militar para financiar políticas que confronten las verdaderas amenazas globales a nuestra seguridad”.
Esta rueda de prensa es una de las 8 organizadas el 27 de abril en el marco de los GDAMS, junto con Seúl, Berlín, Roma, Washington D.C., Buenos Aires, Rosario y Montevideo. La campaña quiere este año poner énfasis en la necesidad de redirigir el gasto militar a los sectores que proveen seguridad humana, especialmente la sanidad.