El gasto militar global supone un 2,3% del PIB mundial, y esta cifra va en aumento. Los gobiernos invierten en el sector militar, en lugar de utilizar estos recursos a favor de los derechos humanos. El militarismo, de hecho, genera graves riesgos en la seguridad y el bienestar de las personas, contribuyendo a la existencia de guerras y, consecuentemente, contribuyendo a que haya más de 60 millones de desplazamientos forzados.
La Campaña Global sobre el Gasto Militar (GCOMS) exige a los gobiernos que inviertan en gastos sociales en lugar de gastos militares, en un momento de desmantelamiento del Estado de bienestar y de recortes continuadas en las políticas sociales. Diversas organizaciones apuntan que la reducción del 10% del gasto militar sería suficiente para conseguir algunos de los principales Objetivos de Desarrollo Sostenible.
GCOMS también organiza anualmente los Días de Acción Global para la sobre el Gasto Militar para atraer la atención pública, mediática y política sobre los costes del militarismo.