La campaña Banca Armada denuncia que Banco Santander y Banco Sabadell financian empresas productoras de armas que podrían ser utilizadas contra la población en Yemen

La campaña Banca Armada denuncia que Banco Santander y Banco Sabadell financian empresas productoras de armas que podrían ser utilizadas contra la población en Yemen

Cuatro miembros de la Campaña Banca Armada han participado hoy en las Juntas de Accionistas celebradas por Banco Santander (en formato virtual) y Banco Sabadell (presencialmente en Alicante), bancos que se mantienen un año más entre las entidades financieras españolas que más invierten en la industria armamentística y contribuyen al mantenimiento de las armas nucleares. Así, los representantes de la campaña han realizado dos intervenciones en cada una de las juntas explicando, ante accionistas y medios de comunicación, los vínculos entre Banco Sabadell y Banco Santander con la industria armamentística para concienciar y denunciar ante la sociedad los vínculos de estas prácticas financieras con tragedias humanas, como consecuencia de conflictos armados.

Banco Santander, el banco español que invierte en más empresas armamentistas

Según han denunciado los activistas de la campaña en su intervención en la Junta de Accionistas celebrada hoy, Banco Santander financió e invirtió casi 3.000 millones de euros en al menos 15 empresas de armas y seguridad fronteriza diferentes durante el periodo 2014-2019. Se trata de seis empresas que fabrican armamento que ha sido vendido a Arabia Saudita, un país que lidera la coalición internacional de guerra en Yemen, y los Emiratos Árabes Unidos que participan en esta coalición. Según se revela en el último informe elaborado por el Centre Delàs d’Estudis per la Pau que se publicará el 31 de marzo, Banco Santander financió durante el periodo 2015-2019 con 1.830 millones de dólares a Navantia, Airbus, Boeing, Leonardo, Thales y Rolls-Royce, empresas que han vendido armamento que podría estar siendo utilizado contra la población civil en Yemen, en el marco de la peor crisis humanitaria de las últimas décadas que esta semana cumple 6 años. «En Yemen, el 80% de la población necesita ayuda humanitaria para sobrevivir, hay alrededor de 4 millones de desplazados internos y más de 7 millones de personas necesitan asistencia nutricional según ACNUR. Y con sus inversiones, están contribuyendo a aumentar el arsenal militar de Arabia Saudí, uno de los contendientes en este conflicto armado«, denunció Eduardo Aragón, miembro del Centre Delàs d’Estudis per la Pau y activista de la campaña.

La naviera española Navantia, a la que Santander financia desde 2015 con 38 millones de euros, es la constructora de las cinco fragatas Avante-2200 encargadas por el gobierno de Arabia Saudí en 2018, una exportación que múltiples organizaciones de paz y defensa de los derechos humanos han pedido detener por su probable incumplimiento de la legislación española en materia de comercio de armas y de la Posición común europea.

Cabe destacar el gigante francés de las armas Thales, que es la que ha recibido el mayor apoyo en este periodo de Santander -más de 650 millones de dólares-, y que ha tenido a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos como su cliente final.

Por otro lado, también han querido destacar las inversiones millonarias del Santander en empresas de armamento que producen las recientemente prohibidas armas nucleares o componentes para su fabricación. «Ustedes saben de sobras que el armamento nuclear es el más peligroso y letal para todas las formas de vida, presentes y futuras, jamás diseñado. Y también sabrán que el 22 de enero entró en vigor el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, ratificado por 54 países y firmado por 86», ha apuntado Gemma Amorós, investigadora de Setem Cataluña y activista de la campaña. Durante el periodo 2017-2019, el banco español asignó un total de 1.953 millones de euros a empresas que contribuyen a la producción de armas nucleares: Thales, Safran, Boeing, Airbus, Fluor, Honeywell International y Serco.

Banco Sabadell financia a las empresas que producen las ya prohibidas armas nucleares

Los activistas de la Campaña de Banca Armada llevan años denunciando que Banco Sabadell sigue obteniendo beneficios a costa de financiar a las empresas que fabrican armas nucleares, y hoy, en la Junta de Accionistas, también han recordado que en enero entró en vigor el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares: «Seguramente, ya habrán pensado en cómo les afecta la entrada en vigor de este tratado y cómo adaptarse a la nueva situación. Al menos eso sería lo esperado, dado su manifiesto interés en cumplir con las normas y establecer límites moralmente aceptables a sus inversiones», ha comentado Davi Montesinos, del Centre Delàs d’Estudis per la Pau del País Valencià, y activista de Banca Armada.

El informe Shorting our security: Financing the companies that make nuclear weapons, publicado por PAX, Profundo e ICAN revela cómo Banco Sabadell ha dado su apoyo financiero a AECOM y ha comenzado a financiar General Dynamics, dos empresas relacionadas con la fabricación de armas nucleares. En 2019, General Dynamics cerró el mayor contrato de construcción naval militar de la historia: un acuerdo de 22 billones de dólares para la construcción de nueve submarinos nucleares. Banco Sabadell, además, entre 2017 y 2019 asignó más de 65 millones de euros a AECOM, que trabaja en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, participando en la investigación, diseño, desarrollo y producción de armas nucleares, incluyendo el programa de extensión de vida de bombas nucleares B-61 y ojivas nucleares W80-1 para misiles de crucero lanzados desde el aire.

Banca Armada ha recordado esta mañana que durante el periodo 2014-2019, Banco Sabadell invirtió casi 170 millones de euros en cuatro empresas relacionadas con el negocio de la guerra: AECOM, MAXAM, General Dynamics y Raytheon Technologies.

Maria Fraile, de la Fundación Novessendes, y activista de Banca Armada, ha denunciado que «es muy probable que las empresas de armamento que financian sean responsables de la muerte de civiles inocentes«. Por un lado, General Dynamics ha vendido carros de combate de los modelos M-1A2S y LAV-700, encargados en 2014 y que fueron parcialmente exportados a Arabia Saudita durante 2019. Por otro lado, Raytheon Technologies, en los últimos años, ha fabricado bombas guiadas que han sido exportadas tanto a Arabia Saudita como a los Emiratos Árabes Unidos.

«Sus comités de ética y riesgo podrían evaluar qué parte de responsabilidad tiene Banco Sabadell en este conflicto impulsado por el mercado de armas», concluyó Fraile.

Para saber más sobre la acción y leer las intervenciones completas, visitar la web de la campaña aquí.



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