El Gobierno del PSOE y el presupuesto de Defensa de 2018
El nuevo gobierno del PSOE no piensa enmendar los presupuestos de 2018 heredados del Partido Popular y acabará aprobándolos. Entonces, guste o no, nos tendremos que tragar el aumento del 10,5% del presupuesto de Defensa, destinado en su totalidad a adquirir nuevas armas. Así, las inversiones en armas pasarán de 2.597 millones en 2017 a 3.017 millones en 2018, lo que representará un espectacular aumento del 42,3%. Lo mismo ocurre con la partida de I+D militar, que en el año pasado se destinaron un total de 461,7 millones y este año serán un 46% más hasta alcanzar los 678 M€.
Estas alegrías en el gasto militar surgen del supuesto que mantenía el gobierno del PP, de que España está saliendo de la crisis que se inició en 2008 y ya se podía invertir en nuevos armamentos. De ahí que la exministra de Defensa, Dolores de Cospedal, hubiera anunciado un nuevo ciclo inversor en armas y que algunos de ellos se encuentren plasmados con partidas habilitadas en el presupuesto de Defensa de 2018. Cospedal, anunció la puesta en marcha de siete nuevos Programas Especiales de Armamentos (PEA), con un coste inicial de 10.805 millones para los próximos diez años. Estas nuevas armas, son: 348 vehículos de combate VCR 8×8 Piraña; una fragata F-110; 4 drones Reaper; helicópteros Chinook; aviones de entrenamiento; aviones de reabastecimiento en el aire; modernización de sistemas de mando y control aéreo; adecuación de los helicópteros NH-90.
Unos nuevos sistemas de armas que vienen a engrosar los PEA ya existentes, alguno de ellos en construcción (helicóptero NH-90) y que han representado un enorme coste, 34.240 millones, al erario público, y de los cuales aún se adeuda, según Defensa, alrededor de 18.000 millones (Comisión de Defensa 16/04/2018).
Para hacer frente al pago de la deuda de los PEA, este año 2018, se deben abonar 1.376 M€, como el crédito consignado es de 2.164,48 M€, la diferencia de 788 millones se destinará a devolver al Ministerio de Industria las ayudas concedidas en I+D a las empresas militares. Esta devolución al Tesoro de las ayudas en I+D a las empresas no había sido posible debido a la crisis que desde 2008 golpeó la economía española. Una deuda cifrada en 15.000 M€ por el anterior Secretario de Defensa, Pedro Argüelles (Comisión de Defensa 23/05/2013). Cifra que sumada a los 18.000 M€ que se adeuda a las empresas representa 33.000 millones de deuda final.
Es decir, existe una colosal deuda generada por la adquisición de armamentos y ahora se pretende ampliarla. Así se desprende del programa 122B de modernización de los PEA, donde se habilitan créditos para hacer frente a tres de los siete nuevos programas: Vehículo de combate VCR 8×8 Piraña, 9,2 millones; Helicópteros NH-90, 237 millones; y una fragata F-110, sin crédito. Dejando el resto de programas para próximos ejercicios.
La principal crítica que se debe hacer a las inversiones en nuevos armamentos es el enorme derroche de dinero público para disuadir a hipotéticos enemigos de atacar el territorio español, cuándo, esa hipótesis está lejos de la realidad geopolítica de los países miembros de la UE. Ni tampoco para las misiones en el exterior en las que el Gobierno se ha implicado, pues casi ninguna de esas armas de los PEA ha traspasado nunca las fronteras españolas y se mantienen en depósitos, dársenas y hangares, esperando termine su vida útil para ser reemplazados por otros de mayor coste y así proseguir una carrera armamentista hacia ninguna parte. Carrera que beneficia a las industrias militares españolas, pero también europeas y de Estados Unidos. Cuando, por otro lado, para la población las verdaderas amenazas provienen de la falta de empleo, de vivienda, de coberturas sociales para la dependencia, de tener pensiones dignas… Esa es la seguridad que desea y espera la población le proporcione el Estado. ¿Qué piensa hacer sobre esas colosales inversiones en armas el gobierno de Pedro Sánchez? Ojalá enmiende los créditos para adquirir más armamentos. Pero en materia militar las políticas del PP y del PSOE nunca han diferido demasiado. Ojalá me equivoque.
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