Las trampas de la I+D: ¿interés público o privado?
La crisis que atraviesa la economía mundial ha golpeado especialmente a la Unión Europea afectando a los diferentes estados, muchos de los cuales inmediatamente han ajustado sus presupuestos reduciendo el gasto público. Una de los gastos que se ha visto más afectado ha sido el militar. Así, muchos estados de la UE en los presupuestos para el año 2010 prevén recortes del gasto militar. Entre un 10% y el 15% en el Reino Unido; Francia habla de anular algunos proyectos militares por falta de crédito; Italia ha reducido en mil millones el presupuesto militar; y Polonia ha recortado su presupuesto en un 20%. El Estado español también ha reducido un 6,2% su presupuesto de Defensa inicial. Después (2/2/10), en un nuevo ajuste de las cuentas públicas, debido al aumento del déficit y endeudamiento del Estado, el Gobierno ha decidido que Defensa tendrá un nuevo recorte de 141 M€ en sus consignaciones. Como ya hemos aclarado en nuestro Informe del Gasto e I+D militar del año 2010, este porcentaje se ve reducido a un 2,4% si se tienen en cuenta otras muchas partidas militares repartidas por otros ministerios. Y, además, es importante conocer la liquidación del presupuesto militar a final de año, dónde nos encontramos que la liquidación arroja unos incrementos entre un 10% y un 17% (2004/2009). Con lo cual los denominados recortes del gasto militar son una cortina de humo que en realidad esconden aumentos alrededor de 1.500 M€.
Pero las dificultades existen, y muchos de los grandes proyectos militares han debido aplazarse en el tiempo, cosa que se traduce en incrementos de su coste final; o incluso anularse, como ha sido el caso de los 24 misiles Tomahawk que se deseaban adquirir en EEUU por un importe de 100M€; o descartar la adquisición de una sexta fragata F-100 que se quería construir en Navantia. Esto mismo es lo que ha pasado con el proyecto del avión de transporte militar europeo A400-M que fabrica Airbus Military, del consorcio EADS entre Alemania, Francia, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo, Turquía y España (España tiene el compromiso de adquirir 27 aviones por un importe de 4.452 M€). Un proyecto que se ha retrasado tres años y que supone un coste adicional de 11.000 M€ sobre los 22.000 M€ iniciales, y que la dirección de EADS quiere que los estados implicados aporten, amenazando de lo contrario con anular la fabricación del A400M.
Pero la crisis que tenemos instalada en la UE es terca, y en algunos países, como en el caso de España, además de mucha intensidad. Y, por lo tanto, la tan deseada por los gobernantes de la UE, Europa de la defensa, de la cual el primer paso era la puesta en marcha de la Agencia Europea de Armamento recogida en el Tratado de Lisboa, tendrá graves dificultades para arrancar y tardará algunos años en volver a ponerse en marcha.
La R+D
Las quejas y manifestaciones de la comunidad científica llevadas a cabo por varias asociaciones (Confederación de Sociedades Científicas de España) y de otros grupos de investigación (Centro de Investigación Biomédica en red de Enfermedades Neurodegenerativas) respecto a la disminución de las aportaciones en I+D a los centros públicos por parte del Gobierno han sido, en una pequeña parte, rectificadas en el Senado a la hora de aprobar de forma definitiva los presupuestos de I+D del año 2010. Las quejas, incluso, habían llegado de Nature, prestigiosa revista científica internacional, dónde una editorial criticaba la decisión del Gobierno español, avisando que la sociedad española, a corto plazo, sufriría las consecuencias de los recortes en I+D.
Si se observa la cuantía de 161,3 M€ incorporada en el Senado a investigación de centros públicos, es insignificante respecto a los préstamos reembolsables a la innovación industrial que salen desde el Ministerio de Industria destinados a empresas privadas, y que son los que se han incrementado de manera muy importante (2.122,7 M€, un 23,8% respecto al 2009). Esta práctica, muy criticada por la comunidad científica, sé fundamentaba en el hecho que estos créditos aumentan de forma engañosa la ayuda a la investigación. Se debe hacer notar que las aportaciones en I+D del Gobierno español siempre han estado en la cola de los países de la OCDE, este año la aportación en I+D respecto del PIB será de un 1,27% y ocupa el lugar 21 de los 30 países miembros.
En la I+D militar pasa lo mismo, mientras la investigación hecha en los centros de investigación del Ministerio de Defensa representa un 19,6% (231,9 M€), los créditos reembolsables a empresas privadas que salen del Ministerio de Industria representan el 80,4% restante (950,9 M€).
Las ayudas en I+D -no cabe otra forma de interpretar estos préstamos a las industrias privadas- son una manera de traspasar la investigación del sector público al privado. Y en el caso de la I+D militar, han acumulado, desde su inicio hace trece años, una cuantía de deuda inmensa, 14.205 M€, que hasta ahora no se han devuelto, pese a que los créditos eran a cero interés.
Es evidente que respecto a la I+D, el Gobierno español ha antepuesto el interés particular por encima del interés general de los ciudadanos y ciudadanas del Estado. Traspasar recursos públicos del gasto militar industrial al sector civil productivo y hacer más aportaciones a la I+D de los centros públicos sería un paso acertado en el buenc camino para salir de la crisis.
Si quieres profundizar en las informaciones apuntadas, consulta el informe Gasto e I+D militar 2010.