Una banca alternativa: la banca ética
Existe una alternativa viable y segura a la banca tradicional,
sospechosa de inversiones en armas, contaminada, corrupta y, en
definitiva, no ética. La banca a la cual nos referimos es la Banca
Ética, que se distingue de la convencional en la naturaleza social de
los proyectos que financia, en el filtro ético de las empresas en las
cuales invierte y en la transparencia de sus acciones. Las finanzas
éticas son las que hacen compatible la rentabilidad económica y
financiera con la consecución de objetivos sociales y ambientales.
Jordi Calvo, Materiales de Trabajo núm 32 (setiembre 2007)
La Banca Ética se caracteriza, desde el punto de vista del ahorro, en
que su objetivo es proporcionar a las personas o instituciones un
producto de ahorro adecuado a sus necesidades, que no encuentran en el
mercado. Las finanzas éticas ofrecen a los clientes productos
financieros que, sin olvidar el rendimiento económico, les permitan
participar en las decisiones referentes al destino de sus ahorros, de
forma que éstos no entren en contradicción con sus valores. Con respecto
al crédito, su objetivo es proporcionar créditos a los excluidos
financieros, es decir, a personas emprendedoras y entidades del tercer
sector y la economía social que encuentran importantes dificultades para
acceder al crédito convencional y que a menudo cumplen los requisitos
éticos que los ahorradores están buscando.
De este modo, un banco
ético es un banco que aplica en su actividad criterios éticos, que es
capaz de asegurar el regreso de sus fondos a sus clientes y que puede
garantizar su propia continuidad. Por tanto, un banco ético debe
funcionar basándose en criterios éticos, ser viable y obtener
beneficios.
Criterios de selección de proyectos por la banca ética:
Criterios negativos de selección de proyectos: | Criterios positivos de selección de proyectos: |
– Producción y venta de armamento. – Producción y venta de tabaco. – Producción y venta de pornografía. – Producción y ofrecimiento de empresas de juego. – Suministro al ejército. – Explotación laboral. – Explotación infantil. – Experimentación con animales. – Destrucción del medioambiente. – Contaminación de agua o aire. – Agricultura con manipulación genética. – Producción de energía nuclear. – Destrucción de la capa de ozono. – Producción y distribución de pesticidas tóxicos y no degradables. – Tala de bosques tropicales. – Utilización de madera tropical como materia prima. – Minería con alta contaminación de residuos. – Grandes plantaciones en los países del Sur, explotación laboral y ambiental. – Deslocalización a países del Sur con prácticas de explotación laboral. – Comportamiento comercial y publicitario tendencioso y manipulador de los consumidores. – Discriminación salarial entre directivos y trabajadores. – Apoyo a regímenes políticos dictatoriales. – Especulación financiera. – Evasión de impuestos y paraísos fiscales. – Monopolios económicos. – Comercio de drogas y mafia. | – Manufactura de productos positivos: ambientales,
ecológicos, biológicos, de control de la polución, de reducción de gasto
energético, educativos, de productos elaborados por colectivos sociales
en régimen de inserción laboral. – Adopción de políticas ambientales en la empresa. Reducción del gasto energético y utilización de fuentes de energía renovable. – Respeto a la biodiversidad. – Apoyo al desarrollo comunitario y local. – Igualdad de oportunidades de género, mujeres en cargos directivos y tratamiento igualitario de los trabajadores. – Relación de la empresa con la comunidad que la acoge. – Implicación de la empresa en la educación y la formación de los trabajadores y las familias. – Relación de la empresa con los sindicatos y demandas laborales. – Transparencia en la gestión económica y financiera. – Apoyo a iniciativas de empresas o proyectos ambientales. – Apoyo a iniciativas de comercio justo y consumo responsable. – Transferencia de tecnología a países empobrecidos. – Respeto a los derechos humanos y actividades que los respeten en países dónde se vulneran. – Empresas con sistemas de gestión participativa. |
Fuente: www.fets.org
Hay
varios tipos de productos financieros de la banca ética. Los más
relevantes son los fundes d’inversión éticos, los fondos solidarios y
los microcréditos.
Un fondos de inversión éticos y con
responsabilidad social es un fondo que introduce criterios explícitos de
preselección de las inversiones basados en valores éticos y de
responsabilidad social y medioambiental. Estos fondos permiten a los
inversores combinar sus objetivos financieros con sus valores sociales.
Hace falta distinguir entre los conceptos ético y solidario de las
finanzas. Los nombrados fondos solidarios no aplican criterios éticos de
preselección de sus inversiones y únicamente se caracterizan por ceder
una parte de su comisión de gestión a alguna ONG o entidad benéfica.
El microcrédito es un préstamo de una pequeña cantidad de dinero a
personas que se encuentran en clara situación de pobreza y marginación,
que pueden desarrollar proyectos de autoempleo que les permita obtener
una fuente regular de ingresos. El microcrédito se dirige, por lo tanto,
a financiar pequeñas iniciativas empresariales de colectivos que, por
sus condiciones socioeconómicas, no tienen acceso a las vías de crédito
convencionales. El microcrédito ha conseguido romper muchos de los
prejuicios que tradicionalmente han existido alrededor de la pobreza,
como el hecho de asumir que una persona sin recursos es por definición
un moroso.
Banca ética en el Estado español
Actualmente en
España el único banco ético es el Triodos Bank, que dispone de una
sucursal en Barcelona y otra en Madrid. Como es característico de este
tipo de bancos, los márgenes de ganancias de la entidad son menores que
los usuales, mueven un volumen menor de dinero, y el contacto entre el
cliente y el banco se realiza mayoritariamente a través de teléfono,
Internet o correo. De hecho, el Triodos Bank, de origen holandés, pero
con presencia al Reino Unido, Bélgica y España, cuenta con menos de una
decena de oficinas. Otra posibilidad de inversión desde España la provee
la Fundación Fiare en el País Vasco, a través de la cual se pueden
contratar fondos de inversión regulados por la Banca Ética Popular
italiana.
Los bancos éticos son diferentes de las instituciones que
conceden préstamos o fondos de inversión éticos, como las cooperativas
Coop57 u Oikocredit.
Otros productos financieros con contenido
ético son los microcréditos que ofrecen la Fundación Un Sol Món de Caixa
Catalunya, Caja de Granada y Caixa Pollença, a través de su red de
oficinas o de sus obras sociales o el Ahorro Solidario, una serie de
productos desarrollada por EnClau en colaboración con la Caixa Popular,
entidad financiera implantada en el País Valenciano, que ofrece la
posibilidad de destinar parte de los beneficios obtenidos por la entidad
financiera a proyectos de desarrollo.