El BBVA y la fabricación de bombas de racimo

El BBVA y la fabricación de bombas de racimo

(no disponible en català)
Intervención en la Junta de Accionistas del 14 de marzo de 2008 planteando que los beneficios provenientes de las inversiones en empresas productoras de bombas de racimo no pueden ser aceptadas en una entidad como el BBVA.
14 de marzo de 2008



Buenos días señoras y señores accionistas. Agradezco la oportunidad que el Consejo de Administración me brinda para expresar en esta asamblea mi opinión como accionista.

Mi nombre es Jorge Calvo y les hablo en representación del Centro de Estudios por la Paz Delàs de Justicia y Paz, entidad católica que forma parte de la Campaña BBVA sin armas.
Mi intervención se va a centrar en mostrar a los accionistas del BBVA que parte de los beneficios que consigue esta entidad financiera provienen de negocios éticamente inaceptables, además de económicamente poco significativos. Me refiero a la participación y financiación de bombas de racimo.

Me gustaría, previamente, aclarar que la política o código de conducta que desde el departamento de RSC del BBVA se pretende implementar desde febrero de 2008, de la cual hemos sido conocedores a través del propio banco, se limita únicamente a eliminar la financiación a empresas fabricantes de bombas de racimo, pero que no pretende en ninguno de los casos limitar o controlar las participaciones en empresas productoras de este tipo de munición. Es por ello que, aun valorando este avance como positivo, lo consideramos totalmente insuficiente .

El BBVA financia la fabricación de bombas de racimo
Las bombas de racimo son armas que por su funcionamiento no pueden distinguir entre personas combatientes y civiles. Esto ocurre principalmente cuando fallan (una de cada cinco) y se convierten en una modalidad nueva de minas antipersona. Pese a que actualmente existen varias iniciativas internacionales que piden su prohibición, algunas entidades financieras como el BBVA continúan promoviendo la fabricación de estas armas, financiado operaciones de empresas fabricantes de bombas de racimo, como ocurrió en 2005 con Raytheon, Thales y EADS-CASA, y en 2007 con Maxam.

A comienzos de Septiembre de 2007, el Grupo Maxam obtuvo un crédito sindicado de 300 millones de euros (50.000 millones de las antiguas pesetas), liderado por el BBVA y Banesto. En él participan hasta un total de 18 entidades financieras, cuyos nombres no se han hecho públicos, a excepción de las dos citadas y de Caixa Catalunya. El grupo Maxam, multinacional con presencia en 20 países y que agrupa 6 empresas en España, opera en la fabricación de armas bajo la denominación comercial de Explosivos Alaveses S.A. (Expal), y cuenta con un largo historial de fabricación de toda clase de explosivos, bombas y municiones, entre las que se encuentran la munición de racimo, como la BME-330, de la que hay diferentes versiones con munición antipersonal, antitanques o antipistas de aterrizaje.

En enero de 2005, el BBVA formó parte de una agrupación internacional de 30 bancos por un préstamo a cinco años de 1.500 millones de dólares a Thales, quien producía en aquel momento, a través de TDA, misiles y municiones de racimo. De hecho, TDA admitió que produce la bomba PR Cargo que contiene 16 submuniciones de efecto dual o el cohete de 70mm FZ101 que contiene ocho submuniciones para el programa del helicóptero Tigre.

Poco después, en marzo de 2005, el BBVA participó con 25 millones de dólares en una agrupación internacional de 28 entidades financieras que proporcionó un crédito de 1.700 millones de euros para cinco años a Raytheon. Esta empresa de armas estadounidense produce la Joint Standoff Weapon, una bomba que en su versión estándar contiene 145 submuniciones que cumplen las características de las municiones de racimo, así como el misil de crucero Tomahawk, que también posee entre sus variantes submuniciones clúster.
En último lugar, no cabe olvidar que el BBVA participó como una de las entidades promotoras de una agrupación internacional de 36 bancos que proporcionaron en julio de 2005 un crédito de 3.000 millones de euros a EADS, de los cuales 120 fueron proporcionados por el BBVA. EADS-CASA es una empresa aeroespacial y de sistemas de defensa que fabrica infinidad de armas, como aviones de combate, de transporte militar, helicópteros militares y misiles guiados. EADS fue, hasta el final del 2005, 50% propietaria de TDA (ahora 100% de Thales), cuando el crédito fue concedido por parte del BBVA. TDA, como hemos explicado anteriormente, es un reconocido fabricante de bombas de racimo.

Porque estamos convencidos de que la inmensa mayoría de ustedes, por razones éticas y humanitarias, considera que los beneficios provenientes de las inversiones en empresas productoras de bombas de racimo no pueden ser aceptadas en una entidad como el BBVA.

Porque además, teniendo en cuenta el bajo volumen que las exportaciones de armas supone en la balanza comercial española, podemos afirmar con elevada seguridad que el negocio proveniente de las inversiones en bombas de racimo es totalmente prescindible y que los beneficios del BBVA no se verían afectados.

Aún es más, estamos seguros de que si el BBVA aprovechara la oportunidad para desmarcarse del resto de la banca tradicional y convertirse en un banco sin inversiones en armas de ningún tipo, vería aumentados sus beneficios, porque sus actuales y potenciales clientes valorarían positivamente una decisión de este tipo.

Por tanto, exigimos al Consejo de Administración del BBVA un compromiso explícito para que el enriquecimiento proveniente de negocios que promueven la violencia, las guerras y la pobreza extrema sea evitado y que se cancelen las participaciones y las financiaciones de empresas de cualquier tipo de armamento.



Publicaciones relacionadas
 18/03/2008

Líneas de investigación:
Celebramos ’25 años desarmando la guerra’ con diferentes actos abiertos en la Nau Bostik de Barcelona los próximos 27 y 28 de noviembre