El Tratado de Prohibición de Armas Nucleares entra en vigor

El Tratado de Prohibición de Armas Nucleares entra en vigor

Hay que tener presente, sin embargo, que ninguno de los nueve estados nuclearmente armados se ha adherido

Cincuenta países han ratificado ya el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), que la ONU aprobó en 2017. Por lo tanto, dentro de 30 días entrará en vigor.

El Tratado obliga a los Estados partes a no desarrollar, ensayar, fabricar, adquirir, poseer, transferir, almacenar y usar armamento nuclear. Obliga a los Estados partes poseedores de armas nucleares a desactivarlas inmediatamente, a destruirlas lo antes posible y a eliminar sus programas nucleares. Obliga también a asistir tanto a las víctimas como a los Estados partes afectados por el uso de las armas nucleares y a la restauración del medio ambiente.

Las armas nucleares son las únicas armas de destrucción masiva que no tenían un tratado de prohibición en vigor, a pesar de ser las de mayor capacidad destructiva. Por lo tanto, la entrada en vigor del TPAN es, evidentemente, una buena noticia. Sin embargo, hay que tener presente que ninguno de los nueve estados nuclearmente armados se ha adherido al Tratado.

No es fácil prever qué pasará a partir de ahora. Pero algo podemos vislumbrar si hacemos un repaso de los efectos de otros tratados de prohibición de armas, incluso en estados que no eran signatarios.

Por ejemplo, desde la entrada en vigor del Tratado de Prohibición de Minas en 1999 y de la Convención de bombas de racimo en 2010, la producción de estos tipos de arma ha disminuido mucho, tanto en Estados partes como en Estados no partes. Dos empresas, Textron y Orbital ATK, que fabricaban bombas de racimo en EEUU, estado no adherido, pararon la producción desde la entrada en vigor del Tratado.

La entrada en vigor del TPAN da argumentos a las entidades financieras para desinvertir en la industria de las armas nucleares. De hecho, ciertas entidades financieras ya lo hacen (por ejemplo, la ABP, uno de los cinco mayores fondos de pensión del mundo), pero posiblemente con la entrada en vigor se amplíe el número. Esto tendría una consecuencia muy positiva porque reduciría la financiación de los fabricantes de armamento nuclear. Una situación paralela se dio a raíz de la entrada en vigor de la Convención de las bombas de racimo. El fondo Eventide AssetManagement, con sede en EEUU (estado no firmante) suprimió su inversión en bombas de racimo.

Este nuevo escenario también puede fomentar debates, tanto en cámaras parlamentarias como en los medios de comunicación de estados no firmantes del Tratado, que ayudaran a estigmatizar las armas nucleares y forzaran la adhesión de aquel estado. Las adhesiones darían respuesta al altísimo porcentaje de la población mundial a favor del desarme nuclear.

Estas consideraciones pueden parecer muy optimistas y se puede pensar que la entrada en vigor del TPAN no tendrá ninguna consecuencia. Sin embargo, hay indicios de una cierta preocupación, por parte del gobierno estadounidense, ante una situación en que las armas nucleares estarán prohibidas por el derecho internacional. The Associated Press informó que EEUU está presionando estados que ya han ratificado el TPAN, para que se retiren del Tratado. Les han dirigido una carta en la que se dice: «A pesar de que reconocemos su derecho soberano a ratificar el TPAN, creemos que ha hecho un error estratégico y que debe retirar su ratificación». Esta actitud de EEUU no es nueva: antes de la aprobación del Tratado ya hicieron lo imposible para impedirlo. En parte tuvieron éxito, ya que todos los miembros de la OTAN (entre ellos, España) y los países con acuerdos nucleares con EEUU, rechazaron el Tratado.

EEUU está presionando estados que ya han ratificado el TPAN para que se retiren del tratado

Disponer de un instrumento jurídico que prohibiera las armas nucleares era muy necesario. La sola existencia de estas armas ya plantea riesgos. Hay documentados un buen número de accidentes graves relacionados con el transporte y manipulación del armamento nuclear. También se han registrado muchos errores de detección de supuestos ataques nucleares que casi han desencadenado contraataques con armas nucleares. La posibilidad de detonaciones accidentales de armas nucleares sigue siendo un peligro muy real. La incorporación previsible de la inteligencia artificial puede agravar este peligro. Los arsenales nucleares no están libres de sufrir un ciberataque que incidiera en los sistemas de detección y de alerta rápida. No es descartable tampoco el inicio involuntario de una guerra nuclear.

Varios informes de la ONU y la Cruz Roja alertan de que la explosión de una sola bomba sobre una ciudad provocaría una catástrofe humanitaria de tal magnitud que las infraestructuras sanitarias y de emergencia serían incapaces de atender a los supervivientes, incluso en los países más desarrollados.

Por otra parte, estudios recientes indican que la explosión de menos del 1% del arsenal nuclear mundial en grandes ciudades podría provocar una modificación del clima a escala planetaria, que podría conducir al hambre a más de 2.000 millones de personas.

Celebramos la entrada en vigor del TPAN. La única forma de evitar los peligros y consecuencias del uso de las armas nuclear es su prohibición y eliminación.


  Lee el artículooriginal en catalán en el Diari Ara

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Publicado en Diari Ara, el 28/10/2020
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