La batalla aeronáutica
La UE aparece como una aliada de EE.UU., esa alianza esconde una dura
competencia en la conquista de mercados. El sector aeronaútico es uno
de los campos de confrontación. Pero Airbus y Boeing además de aviones
de transporte civil también compiten por acaparar el mercado mundial de
aviones militares.
Pere Ortega (abril 2005) Materiales de Trabajo, núm. 26
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Estados Unidos y la Unión Europea mantienen una dura competencia en diversos sectores comerciales, pero es en el ámbito aeronáutico donde los desencuentros son más evidentes. El liderazgo de la estadounidense Boeing en los últimos años ha sido indiscutible, tras su fusión con Mcdonell Douglas se convirtió en el primer fabricante mundial aeronáutico y ella sola copaba el 70% del mercado mundial en ventas de aeronaves y volumen de negocio. Pero las cosas empezaron a cambiar con la creación del consorcio europeo Airbús que nació participada en un 80% por European Aeronautic Defence & Space Company (EADS) y Britihs Aerospace (BAE Systems) con el 20% restante. EADS se formó con la fusión de Aerospatiale (Francia), Alenia (Italia), Daymler Chrysler Aerospace (DASA, Alemania) y CASA (España) propiedad de SEPI, que controla 5,6% del capital del consorcio EADS. La gran apuesta de Airbús era la fabricación de un gigante del transporte, el superavión A-380 que en su versión de mayor capacidad ha de albergar 900 pasajeros. Una opción que se asienta en la esperanza de un fuerte crecimiento del tráfico de pasajeros mundial en los próximos años.
Boeing ante la opción de Airbús, replicó intensificando la producción de sus modelos con una capacidad máxima de 400 pasajeros y avisando de la saturación de un mercado muy deteriorado por la dura competencia de precios entre las compañías aéreas comerciales, lo cual, según ellos, hace más aconsejable aeronaves de tamaño medio y pequeño, vaticinando a su vez, el fracaso de Airbús.
El tiempo dirá quien lleva la razón en esa competencia por la hegemonía del mercado de aeronaves civiles, aunque como referencia debe recordarse el fracaso del proyecto europeo Concorde. Pero el hecho que aquí nos ocupa es que además, ambas corporaciones andan enzarzadas en competir por el mercado mundial de aviones militares.
Boeing y EADS son fabricantes de los más importantes aviones militares del mundo. Boeing fabrica los cazas de combate F-15 F-18 y V-22, los helicópteros de combate Apache, cazabombarderos de transporte C-17 y C-40, también misiles. Por su parte EADS prepara la versión militar del A-380 civil, el A-400M, además de fabricar el Eurofighter, avión de combate europeo y el helicóptero también de combate Tigre.
Esa competencia tiene su lado más escandaloso en las ayudas suministradas por los gobiernos. Estados Unidos ha entregado a Boeing subsidios por un importe de 30.990 millones de $. Por su parte Airbús ha recibido de los gobiernos implicados y de la propia UE ayudas por 23.800 millones de $. Y ambos andan enzarzados con denuncias mutuas ante la OMC por los subsidios recibidos y que ésta organización prohíbe (ver cuadro siguiente).
Ayudas a Boeing y Airbús
Según la UE ayudas recibidas por Boeing | Según EEUU ayudas recibidas por Airbús |
Desde 1992 ha recibido 23.000 millones $ en subsidios | Ha recibido 15.000 millones $ para el lanzamiento de sus nuevos modelos |
Desde 1990 ha recibido 1.200 millones $ en ayudas a la exportación | Ha recibido 6.500 millones $ en prestamos a cero o bajo interés |
En 2003 en I+D recibió 2.740 millones $ | Ha recibido 2.300 millones $ de gobiernos locales |
Aparte, para desarrollar el nuevo modelo 7E7 Dreamliner ha recibido 4.050 millones $ | Ha recibido ayudas para el desarrollo de nuevos modelos, donaciones, inyecciones de capital y obras en infraestructuras |
El Pentágono compra aviones a un precio superior al de mercado | Ha recibido en I+D miles de millones $ de los gobiernos |
Boeing no tiene que devolver las ayudas (Airbús supuestamente sí) | Le han sido condonadas deudas |
Respecto a España, el Ministerio de Ciencia y Tecnología anunció en noviembre del 2004 su intención de aportar 376 millones de € en I+D al proyecto civil Airbús A-380. Hasta el momento lleva desembolsados 93 millones de €. Y junto al otro proyecto de avión de transporte militar el A-400M sumarán los 1.000 millones en I+D. En el otro proyecto de EADS, el estado español ha aportado en I+D, al Eurofighter 1.410 millones de €., a los que habrá que sumar los del helicóptero Tigre aún por designar. De estos proyectos militares España adquirirá 87 aviones Eurofighter por importe de 6.700 millones de €, 24 helicópteros Tigre por 1.350 millones €, y 27 unidades del avión de transporte militar A400M por 3.450 millones €.
2.
La última guerra de Irak ha puesto sobre la mesa las serias diferencias que existen a la hora de afrontar los conflictos mundiales. Mientras EE.UU. opta por una visión unilateral de acuerdo con sus intereses de hegemonía mundial. La UE opta por la multilateral, como único camino para contrarrestar su inferioridad militar frente a EE.UU. Pero tras esa política, Europa también esconde su lucha por aumentar su porción en el comercio mundial. Los antagonismos residen, no sólo en como resolver los problemas políticos suscitados con la invasión de Irak y Afganistán, y en las amenazas lanzadas por EE.UU. contra Irán, Siria, Venezuela o Corea del Norte. Si no que también, detrás de las cuestiones políticas, se esconden fuertes competencias económicas que enfrenta a las corporaciones de EEUU con las europeas a la hora de conquistar nuevos mercados; como el acceso a los recursos petrolíferos; en el desarrollo de nuevas tecnologías, USA opta por el sistema GPS y Europa por el Galileo; o en el sector aeronáutico, detrás del cual se esconde una dura competencia en el mercado mundial de las armas. Un buen ejemplo de ello es el interés demostrado por la UE de que Naciones Unidas levante el embargo de armas a China impuesto desde 1989 por la matanza de Tiananmen, con el ánimo de venderle tecnología militar, y que ha irritado a la administración Bush. Mientras, EE.UU. con su habitual doble moral, vende armas a Taiwán y Japón. Lo cual desencadenará un aumento de la tensión en el Este asiático. O las recientes ventas de armas de España a la Venezuela de Hugo Chávez que también disgustan a EE.UU. que suministra ayuda militar a la vecina Colombia.
Un buen ejemplo de esa competencia en el mercado mundial de armas, es la adquisición por parte de las corporaciones industriales militares, tanto de EE.UU. como europeas, de industrias militares tanto en suelo europeo como americano. En Europa industrias de EE.UU. llevan adquiridas participaciones en una docena de empresas, en España General Dynamics adquirió Blindados Santa Bárbara. Y europeas como, EADS ha abierto sucursal en EE.UU.; BAE Systems ha adquirido 12 empresas en los últimos 5 años, entre ellas DigitalNet Holdings por 600 millones de $, y United Defense por 4000 millones $; la también británica Smits Group adquirió Sentir Technologic por 75 millones de $ y Trak Communications por 112 millones $. Y por último EADS está en negociación de fusionarse con la francesa Thales (antigua Thompson) lo que equivaldría a elevar la facturación hasta 40.000 millones €, cifra comparable a la facturada por Boeing, y por tanto, a situarse en cabeza del mercado mundial de aeronaves.
3.
La UE en su conjunto es en la actualidad la segunda potencia militar mundial detrás de EE.UU y muy por delante de Rusia y China. Y está en el ánimo de un buen número de gobiernos, especialmente Francia, Alemania, Bélgica y España a incrementar la independencia militar europea respecto de EE.UU. Esto, podría ser interpretado como una buena noticia, si no fuera por la intención de aumentar, aún más, el gasto y el potencial militar de Europa. Y es una prueba, a pesar de la retórica de buenas intenciones demostradas por los gobernantes europeos frente a la administración Bush, que los intereses económicos de las grandes corporaciones militares de Europa se encuentran enfrentados a las de EE.UU. en una guerra sin cuartel por el monopolio del mercado mundial de armas, vendiendo cuanto más mejor por todos los rincones del planeta. Batalla en la que también pretende implicarnos el actual gobierno de la Generalitat impulsando la implantación del sector aeronáutico en Catalunya. Lo cual nos obliga a oponer reparos de tipo moral. La competencia en el terreno militar sólo conducirá a nuevas carreras de armamentos y éstas a nuevas guerras. Un futuro nada halagüeño que nos empuja a multiplicar esfuerzos y oponernos a la espiral belicista que se avecina.