Nuevas armas en la guerra de Irak
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El desarrollo de las
competencias militares norteamericanas se ha convertido en un eje
estratégico de la administración Bush. Para ello cuenta con el uso
intensivo de la ciencia y la tecnología aplicadas al desarrollo de la
máquina militar aderezado con un fabuloso presupuesto militar superior
al de las 10 siguientes potencias militares juntas.
Tomàs Gisbert (juny 2003) Materiales de Trabajo 22
La guerra y la preguerra han servido de escaparate para
exhibir su supremacía militar mostrando las armas de última generación
como advertencia para que ningún otro país dispute a Estados Unidos su
condición de superpotencia hegemónica. Algunas de las nuevas armas son
las que señalamos a continuación.
BOMBAS INTELIGENTES
El
empleo de bombas y misiles de precisión ha ido en aumento desde la
anterior guerra del Golfo, si en el 91 sólo un 4% de las bombas y
misiles lo fueron de precisión, en Kosovo ya serian el 13%, llegando al
72% en Afganistán. Los sistemas de guiado pueden ser sistemas
electro-ópticos e infrarrojos, estos sistemas colocados en el arma
permiten al piloto ver lo mismo que el arma está viendo, pudiendo
seleccionar el blanco y automatizar el disparo, o bien, guiar el arma
hasta su objetivo. No obstante, los sistemas de bombas inteligentes no
poseen una precisión absoluta. En el caso de los sistemas
electro-ópticos estos pueden verse afectados por situaciones de baja
visibilidad y por otra parte necesitan de mucha pericia de las
tripulaciones para lanzar estas bombas en circunstancias difíciles o
peligrosas.
Sistemas de láser, para alcanzar su objetivo
necesitan que esté «iluminado» por un láser en todo momento y estar
dentro del cono de luz que proyecta el láser, sino la bomba puede
quedarse ciega perdiéndose en el camino. Nubes, humo, niebla pueden
interferir en el rayo láser.
Sistema de guiado reforzado con el
Sistema de Posicionamiento Satelital (GPS), puede verse afectado por
interferencias en las frecuencias de la red GPS.
Los misiles de
crucero, Tomahawk, llevan un programa de reconocimiento del terreno y de
navegación que les permite ir al objetivo señalado con un margen mínimo
de error. No obstante no son infalibles, la capacidad de seguir la ruta
programada dependerá de la calidad de la información reflejada en el
mapa que ha de seguir. Tampoco puede evaluar la vigencia de los datos
que tiene programado, una vez lanzado no puede reprogramarse, atacará el
objetivo aunque éste haya dejado de ser un objetivo militar y este
ocupado por civiles.
En la guerra contra Irak han podido verse
varios errores de estas armas. Uno de los más graves fue la bomba que en
los primeros días de la guerra impactó en un mercado de Bagdad matando a
60 transeúntes. A pesar de las negaciones norteamericanas se pudo
comprobar, gracias al código de identificación encontrado en un
fragmento de metal entre los escombros (MFR 9621409), que correspondía a
un misil Tomahawk fabricado por Raytheon en McKinney (Texas).
El
23 de marzo, otro misil de la empresa Raytheon, un Patriot
estadounidense derribó un Tornado británico matando a toda su
tripulación, al parecer al fallar el sistema de código que lo
identificaba como avión británico.
Días después otra batería de Patriot persiguió a un caza estadounidense F-16.
También
varios misiles cayeron en el sudoeste de Irán, otro más causó dos
heridos en una refinería de Irán y dos misiles Tomahawk cayeron en un
área despoblada de Turquía.El presupuesto militar presentado al Congreso
norteamericano contempla la fabricación anual de 900 misiles Tomahawk,
por un valor de 600 millones de euros. Producción anual que es
indicativa de los planes de guerra del Pentágono para los próximos años.
BOMBAS DE RACIMO
Las
bombas de racimo, al lanzarse, liberan un gran número de pequeñas
bombas. Son armas de área ya que una sola bomba libera más de 200
sub-bombas cubriendo un área de 200 o 400 metros cuadrados, dependiendo
de la altitud y la velocidad a que se haga detonar.
La munición
puede ser de diferentes tipos: para perforar blindajes, para iniciar
incendios, de fragmentación, de metralla. Algunas tienen un sistema
automático de guiado para buscar radiación infrarroja.Las bombas de
racimo tienen un índice de error del 5% al 15%, así muchas submuniciones
no llegan a estallar convirtiéndose, de hecho, en minas antipersonas
que permanecerán en el terreno para detonar muchos años más tarde
cuando, por ejemplo, sean manipuladas por un campesino con su arado o un
niño atraído por su aspecto, un cilindro amarillo, similar a una lata
de bebidas.
Las bombas de racimo fueron usadas en Kosovo, donde
se les atribuye el 45% de los 103 muertos y 372 heridos víctimas por
explosivos después de finalizado el conflicto. En Afganistán, según
Naciones Unidas, todavía están contaminado un área de 800 kilómetros
cuadrados que incluye tierras de cultivo, pastizales, canales de riego y
áreas residenciales.
En Irak, Amnistía Internacional ha
documentado que el 1 de Abril Estados Unidos lanzó bombas de racimo
sobre la ciudad de Al Hilla a 80 kilómetros de Bagdad, que causaron
decenas de civiles muertos y más de 300 heridos. Asimismo las
autoridades militares estadounidenses y británicas admiten haber
utilizado bombas de racimo en otros ataques con posterioridad al 20 de
marzo.
Aunque las bombas de racimo no están clasificadas como
minas-antipersonales y ninguna convención prohibe su uso todavía son
armas de efecto indiscriminado que continuaran matando e hiriendo a
civiles mucho tiempo después de terminado el conflicto
BOMBA ELECTROMAGNÉTICA
Cuando
la e-bomba, como también es conocida, explota crea una tormenta
electromagnética, muy breve pero poderosa, que anula y destruye todos
los sistemas electrónicos situados en su radio de acción: ordenadores,
redes de teléfono, todo tipo de aparato eléctrico, radio, televisión,
radares, etc. Una bomba de esta clase de 900 kilos puede producir un
apagón en un área de 12 hectáreas. Su importancia deriva de la cada día
mayor dependencia de la tecnología militar moderna de la electrónica,
pero paradójicamente ello hace que sean los ejércitos más tecnificados,
los que más dependen de la electrónica, los más amenazados por ellas. La
e–bomba tiene un efecto indiscriminado ya que destruye, de manera
irreversible, todas las infraestructuras de comunicación y de
electrónica que se hallen en su radio de acción. Pensemos en el efecto
que puede tener sobre los equipamientos médicos de un hospital.
BOMBA TERMOBÁRICA
Estas
bombas se basan en que expulsan el combustible en el aire y luego lo
encienden lo que produce una bola de fuego que provoca una onda
expansiva mucho más vasta que la creada por explosivos convencionales.
Las llamaradas avanzan a una velocidad supersónica, haciendo explotar
las cosas a su paso que a su vez alimenta y refuerza las llamaradas. La
tremenda onda de choque genera un vacío. También son llamadas bombas
incendiarias o armas de vacío. Pueden ser utilizadas para barrer campos
minados pero donde son más efectivas es en fortificaciones, búnkers o
subterráneos donde la ola expansiva y las llamaradas pueden llegar a los
lugares más recónditos.
Sus efectos sobre las personas son terribles. Las heridas más frecuentes de las personas que no son incineradas son:
1) contusión, ceguera
2) perforación de los tímpanos,
3) quemadas en vías respiratorias y colapso de los pulmones;
4) heridas por esquirlas y objetos que vuelan por el aire;
5) hemorragias internas múltiples, órganos destrozados.
La
utilización de la bomba termobárica en áreas muy pobladas causa un daño
indiscriminado por lo que debería considerarse como un violación de las
normas de guerra.
MUNICIÓN DE GOLPE DE AIRE MASIVO (MOAB)
Bomba
convencional que contiene 9,5 toneladas de explosivos de alta potencia.
Su efecto es similar al de una pequeña bomba nuclear. El Pentágono
realizó un ensayo el 11 de marzo pasado en la base aérea de Eglin
(Florida) con el objetivo, en palabras de Rumsfeld, amedrentar al
ejército iraquí.
ARMAS DE URANIO EMPOBRECIDO
En la actual
guerra de Irak ha vuelto a utilizarse munición de uranio empobrecido, de
estas armas ya hemos hablado en estas páginas en ocasiones anteriores ,
pero sus efectos nocivos serán todavía mucho mayores que en la anterior
guerra del Golfo porque se han utilizado en áreas urbanas y se han
lanzado bombas destinadas a destruir búnkers mucho más potentes que los
proyectiles anticarro.
ARMAS NUCLEARES
No sin razón Amnistía
Internacional advertía a los contrincantes del presente conflicto para
que se abstuvieran de utilizar armamento nuclear. Estados Unidos había
amenazado a Irak con lanzar represalias con armas nucleares en el caso
de que Irak usara armas químicas o biológicas. Esta amenaza no era
gratuita o una fanfarronada más, responde al cambio de estrategia en la
doctrina nuclear norteamericana establecido en la Revisión de la Postura
Nuclear (Nuclear Posture Review, NPR) que Bush presentó al Congreso el
31 de diciembre de 2001. Este cambio de doctrina cobra su significado
real cuando se relaciona con el nuevo concepto, ya utilizado en este
conflicto, de guerra preventiva.
La NPR ha añadido a la
tradicional base de disuasión nuclear –misiles balísticos, bombarderos
estratégicos, submarinos lanzadores de misiles- dos elementos más. El
primero es la «capacidad defensiva» con la creación de un escudo
antimisiles que haga posible la invulnerabilidad del suelo
estadounidense. Y el segundo, es la teorización de una utilización
adaptada de armas nucleares en circunstancias inmediatas o imprevistas,
por ejemplo contra Corea del Norte, Irak, Irán, Siria y Libia. Así la
NPR propone la creación de nuevas armas nucleares, minibombas atómicas,
miniaturizadas y blindadas, capaces de estallar a gran profundidad, para
destruir búnkers a gran profundidad o «neutralizar» arsenales químicos o
biológicos. La capacidad destructiva de estas bombas iría desde
alrededor de un tercio de la bomba de Hiroshima las más pequeñas hasta
la readaptación de bombas ya existentes como proyectiles antibúnker
equivalentes a la potencia de 10 bombas como la de Hiroshima.El pasado
21 de mayo el Senado estadounidense revocó la prohibición que regía
desde 1993 de investigar y desarrollar «minibombas» nucleares abriendo
las puertas a una nueva carrera nuclear.
Tomàs Gisbert