Saw VI: una gota en un océano

Saw VI: una gota en un océano

Saw VI, una película de terror sádico, acaba de ser calificada como película X por «apología a la violencia». Este hecho, sin precedentes en España, compara una película violenta por su impacto visual a material pornográfico.   Y es que la sexta entrega de Saw, como las anteriores, se caracteriza por la crueldad y la violencia extrema: los personajes deben pasar unas pruebas en las que deben automutilarse o asesinar a un compañero con el fin de conseguir la propia salvación.

La calificación X del film ha generado críticas en los dos sentidos. Del lado de los detractores, las críticas esgrimidas son la censura y la falta de lógica, ya que las últimas entregas no se las había calificado como X. Además añaden que, exceptuando una minoría de casos, la juventud no se ve influida por la violencia desplegada en estas películas. Del lado de los que están a favor, se considera esta iniciativa necesaria para proteger a los menores de contenidos de extrema crudeza visual, ya que denuncian que en las salas de cine convencionales no hay ningún control.

Aprovecho, pues, esta discusión para abrir el debate sobre la violencia emitida por los medios audiovisuales. La televisión, líder en este ámbito, retrata la violencia sin contextualizarla, sin profundizar en las causas ni en las consecuencias y de manera indiscriminada, para todos los públicos. Así, hoy a cualquier hora del día un menor puede contemplar imágenes de todo tipo de violencia, en directo o por redifusión, sin mayores obstáculos.

«Una imagen vale más que mil palabras». Una imagen tiene un gran impacto, tanto para nuestro consciente como subconsciente, y muy especialmente lo tiene para los menores que se están formando una opinión y una visión del mundo. La actual industria audiovisual, con el ensalzamiento que hace de la violencia gratuita, está insensibilizado a la juventud frente a sentimientos como el sufrimiento. Y luego todos nos quedamos estupefactos y escandalizados al contemplar casos como el de Marta del Castillo o el de una mujer indefensa quemada en un cajero, a manos de jóvenes, entre los que había menores.   Endurecer las condenas parece ser la única solución. Ahora bien, aprenderá la juventud con estas iniciativas a respetar la vida de los demás? Aprenderá que la violencia lo único que genera es sufrimiento? Mucho me temo que no. De momento la calificación de Saw VI como película X por «apología de la violencia» me parece un paso en la dirección correcta. Por coherencia, sin embargo, habría que calificar con una X todos aquellos programas televisivos que a diario hacen igualmente un uso inadecuado de la violencia y como consecuencia influencian negativamente las mentes de los más jóvenes.



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