Tras la firma del Tratado de No Proliferación Nuclear, en 1968, el debate sobre el armamento nuclear quedó relegado a un segundo plano. Pero el problema sigue vigente. La existencia de arsenales de armas de destrucción masiva y el fracaso del desarme nuclear nos sitúa en un contexto en el que la seguridad humana está en peligro. La sociedad civil debe exigir la eliminación total de las armas nucleares, el único escenario posible que garantiza la seguridad de la civilización.
La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2017, lucha por la elaboración de un tratado que prohíba el uso de estas armas a nivel global, y que sea ratificado por los diferentes países del mundo.
Compartir