Comunicado del Centre Delàs sobre el debate del Presupuesto español de Defensa 2021: «El Gobierno debe reducir el presupuesto militar propuesto para 2021 y destinar estos recursos a responder a la crisis sanitaria del COVID-19»

Comunicado del Centre Delàs sobre el debate del Presupuesto español de Defensa 2021: «El Gobierno debe reducir el presupuesto militar propuesto para 2021 y destinar estos recursos a responder a la crisis sanitaria del COVID-19»

El Gobierno español ha realizado una propuesta de PGE en materia militar que reflejan la perpetuación de uno de los principales males de la evolución de los gastos militares en España, la justificación de buena parte de los mismos para la creación de puestos de trabajo en la industria armamentista. 

Es falso que las inversiones militares generan empleo

En primer lugar señalamos que las inversiones públicas deben regirse por la eficiencia y la eficacia, y si la mejor manera de crear empleo es invertir en empresas de armas, debería cuanto menos estar probado científicamente. El Watson Institute de la Brown University lo ha hecho y demuestra en un informe de 2014 que el gasto militar genera un 50% menos de puestos de trabajo que el gasto en educación o en la producción de energías renovables

Destacan en este sentido, por especialmente controvertidos e inapropiados, los gastos  destinados a la adquisición futura de los Programas Especiales de Armamento con un aumento del 44,68% de los créditos a la I+D militar que alcanza los 676 millones de € para financiar a través de estas ayudas a las empresas de armas que los están fabricando. Para el mismo fin destaca una elevada partida de inversiones militares, 3.266 millones de euros, de los cuales se destinan 2.341 millones a pagar estos grandes programas de armamento de más que dudosa utilidad en cuanto a su contribución a la seguridad y paz del país, y de nefasto impacto en la economía nacional, desviando ingentes recursos al enriquecimiento de unas pocas empresas de armas.

Por ello, desde el Centre Delàs denunciamos la voluntad política de los presupuestos militares españoles de 2021 de optar por desviar dinero público hacia la industria militar fruto de la aprobación de inversiones en armas del Consejo de Ministros del 14/12/2018 para siete nuevos Programas Especiales de Armas (PEA) con un coste de cerca de 14.000 millones €, para ser fabricados entre 2019 y 2032 que hipotecarán de nuevo las cuentas públicas generando mayor déficit y deuda pública. Las armas que el gobierno está pagando son las siguientes: cinco fragatas F-110 por un importe de 4.325 M€; 248 blindados 8×8 Dragón de un coste de 2.100 M€; actualización del avión F-2000 con una aportación de 906 M€; 1.172 M€ para el submarino S-80, para subsanar los defectos de ingeniería que impedían que flotara; 1.451 M€ para los helicópteros militares NH-90; 1.200 M€ para modernizar los helicópteros Chinook; y 1.617 M€ para dos satélites de comunicación militar.

No es cierto que más armas den más seguridad

Así que, si no hay justificación económica que sostenga la decisión política de invertir en armamento, ¿por qué en España se gasta tanto dinero público en la adquisición constante de nuevas y costosas armas? ¿Depende la seguridad nacional de ello? La actual crisis sanitaria demuestra lo contrario, ya que ha quedado demostrado que la principal amenaza a la seguridad –a la vida– de los habitantes del país, con cerca de 40.000 víctimas mortales en tan solo ocho meses, no ha sido resuelta con las decenas de miles de millones de € invertidos en armas las anteriores dos décadas. ¿De qué han servido estos meses los aviones de combate, los buques de guerra, los blindados, los misiles…? De nada. 

No es demagogia decir que no es momento para gastar en armas, es urgente y prioritario invertir en salud y en crear empleo. La expansión y letalidad de la segunda ola del Covid-19 en todo el Estado vuelve a demostrar que no se está haciendo lo necesario para garantizar la seguridad en España. 

El gasto militar real es el doble del que anuncia el Gobierno

Por otra parte, un año más el debate en el Congreso de los Diputados sobre el presupuesto de defensa está sustentado en cálculos incorrectos. Es como hacerse trampas al solitario. No hay quien en la Comunidad Internacional, utilice únicamente el presupuesto del Ministerio de Defensa para referirse a los gastos en Defensa o Militares. Desde la OTAN hasta el SIPRI incorporan en sus cálculos los gastos militares en otros ministerios. En el Centre Delàs hacemos el cálculo anual para el caso español. El Gobierno propone realmente como gasto militar para el año que entra 21.618 millones de €, más del doble de lo anunciado y que es objeto de debate parlamentario.  El gasto militar supone el 1,8% del PIB. Cabría preguntarse si la ciudadanía aprobaría que, dada la situación actual, el Gobierno dedique 456 euros por habitante a cuestiones militares.

En conclusión, de seguir adelante con estos presupuestos militares, el Gobierno debe explicar a la opinión pública en qué parámetros de eficiencia económica y beneficio social se ha basado la decisión de destinar miles de millones de € en los presupuestos de 2021 para la financiación y adquisición de grandes programas de armamento. Quisiéramos saber si sigue este Gobierno la estela de su predecesor y basa su seguridad en un obsoleto enfoque de la defensa centrada en la carrera armamentista, la militarización de las relaciones internacionales y la guerra. ¿De qué amenazas y riesgos a la seguridad nos protege la adquisición de los nuevos programas de armamento? ¿Qué diferencia en la seguridad y la paz en España y en el mundo existe entre comprar estas armas o no hacerlo? ¿Son los nuevos programas de armamento una prioridad para la seguridad nacional? ¿De qué manera las armas adquiridas y pagadas ya en estos presupuestos van a contribuir a la seguridad de la ciudadanía española y qué valor añadido van a tener sobre hacerlo en sanidad?

En conclusión:

1) El optimismo del Gobierno en el presupuesto de 2021 también alcanza al Ministerio de Defensa que aumenta un 6,3% respecto a 2020

2) Es muy preocupante que prosigan con los Programas Especiales de Armamentos que para los próximos diez años representan 14.000 millones de €, aparte de ese proyecto de avión de combate europeo FCAS, y que para 2021 se hayan presupuestado en I+D para ayudas a las empresas que los producen 676 millones.

3) Empresas que realizan los Proyectos PEAS que recibirán en 2021 la importante cifra de 2.341 millones. ¿Cuándo se piensa parar un gasto desmedido en armamentos bajo el supuesto que nos defienden de amenazas que no existen? 



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