El escudo antimisiles y España
El presidente Rodríguez Zapatero, el Secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta y el Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen han suscrito un acuerdo para que la base militar de Rota acoja el escudo antimisiles que EEUU quiere instalar en Europa.
El presidente Rodríguez Zapatero es una caja de sorpresas. Ahora acaba de anunciar que ha firmado un acuerdo con Estados Unidos según el cual, la base naval militar que EEUU tiene en Rota (Cádiz), albergará una instalación del escudo antimisiles con el que EEUU quiere proteger su espacio aéreo y el de sus aliados ante un posible ataque de misiles desde el exterior.
El compromiso adquirido por el gobierno es permitir que EEUU instale en la base de Rota de forma permanente 4 buques de guerra con sistemas de combate Aegis que puedan detectar misiles balísticos lanzados por potencias enemigas y su posible destrucción antes de que impacten en su objetivo. Estos sistemas de detección irán acompañados por el despliegue de 1.200 militares para la gestión del sistema antimisiles.
La pregunta que debemos hacernos es ¿pero es ciertamente defensivo ese sistema antimisiles? Recordemos que el sistema de defensa antimisiles desde su inició en la etapa de George Bush jr. hizo correr ríos de tinta. Se pretendía poner en marcha un sistema basado en satélites espaciales de información que detectarán el lanzamiento de misiles trasladaran las coordenadas a un centro que dispondría el disparo de misiles para interceptar el misil atacante. Las bases de detección y disparo de misiles está proyectado instalarlas en Polonia y Rumania lo cual encendió los ánimos de Rusia que veía una amenaza contra su seguridad como la instalación en sus fronteras de un sistema de misiles.
EEUU aduce que ese sistema es para interceptar posibles ataques de Irán y de Corea del Norte. Pero que nadie se engañe, ni Corea del Norte ni Irán disponen de misiles para alcanzar el territorio de EEUU, ni tampoco el suelo europeo. Corea del Norte solo dispone de misiles Taepong I de 1.500 Km de alcance que solo podrían impactar en países aliados de EEUU como Japón o Corea del Sur. Por su lado Irán dispone de misiles Shahab 3 de 1.500 Km que podrían alcanzar a Israel, pero no a Europa y EEUU.
En cambio, los países que sí pueden estar preocupados son las potencias que disponen de misiles de largo alcance, entre 5.000 y 7.500 Km, y que descartados Reino Unido y Francia porqué son aliados, solo quedan Rusia y China, que disponiendo de esos misiles, ahora verán su tecnología en misiles convertida en obsoleta, pues no servirá para “disuadir” a Estados Unidos de un posible ataque. Y los obligará a invertir recursos en desarrollar nuevos misiles de ataque que puedan burlar la defensa antimisiles de EEUU. Es decir, el escudo antimisiles de EEUU, lo único que hace es contribuir a la carrera de armamentos entre las grandes potencias.
Ese mismo argumento servirá para que Irán y
Corea del Norte continúen investigando la capacidad de burlar el
sistema de EEUU, y desarrollar una nueva tecnología que les permita
disponer de misiles de largo alcance, entre 5000 y 7500 km y poder
atacar a EEUU.
Luego está el argumento sostenido por el Gobierno de
los posibles rendimientos que este nuevo dispositivo militar pueda
generar en la economía local. Se ha mencionado la cifra de 60 millones
de € de beneficios; pero no se dice que inversiones tendrá que aportar
España para remodelar las instalaciones de Rota; tampoco cuánto costará
incrementar la seguridad militar de la bahía, y menos aún los costes de
oportunidad perdidos por ambas inversiones si se dirigieran al sector
productivo civil.
Por último, lo más indeseable, la posibilidad de que Rota y la bahía de Cádiz se conviertan en objetivos de ataque por parte de potencias enemigas por albergar en su seno el escudo antimisiles. Es decir, el acuerdo alcanzado entre el Gobierno de España y el de EEUU solo contribuye a convertir España, el Mediterráneo y Europa en un territorio más inseguro. A su vez, es un paso hacia un mayor aumento del gasto militar tanto de España como del resto de países, que aliados o no de EEUU, se verán impulsados a proseguir invirtiendo en seguridad militar dedicando más recursos a la carrera de armamentos impuesta por EEUU.