Gandhi. Una antologia.

Gandhi. Una antologia.

Resenya del llibre Política de la Noviolencia de Mahatma Gandhi, edició a càrreg de Rubén Campos Palarea. Editorial Los Libros de la Catarata. Colección Clásicos del Pensamiento Crítico. Madrid, 2008 apareguda en le Revista Mientras Tanto núm. 107, estiu 2008, feta per Pere Ortega membre del Centre Delàs. No diposible en català.

La obra de Gandhi a pesar de ser abundante (98 volúmenes),  es, en nuestro país, poco conocida. Esto es debido, a que si bien escribió mucho, su obra se encuentra repartida en  infinidad de artículos de prensa, cartas, conferencias y discursos políticos. Entre sus escasos textos traducidos entre nosotros, existen diversas recopilaciones, una guía de salud, y desde luego su obra más conocida, la Autobiografía,  por cierto no muy bien traducida ni editada. Y que es, sin duda, el mejor compendio de su pensamiento. Pero parcial, pues tan solo recoge una parte de su vida, fue escrita a los 57 años y murió a los 78 años, quedando los veintidós restantes sin cubrir. Una etapa final de intensa actuación y producción.

Esa profusión y dispersión de escritos, es la causa de no encontrar libros bien editados sobre el pensamiento de Gandhi. Que abarca cuando menos, cuatro grandes corpus: su pensamiento místico al encuentro de la verdad a través Dios; el pensamiento político para conseguir la independencia de la India del dominio británico; el social para eliminar las desigualdades en la sociedad india, entre castas, entre hombre y mujer y relación entre trabajo y capital; su pensamiento sobre como preparar el cuerpo y el espíritu para lograr sus objetivos de transformación social. Casi nada. Cuatro grandes aspectos que Gandhi no separaba y consideraba indisolubles, pues no concebía el uno sin los otros. Pues sin un dominio completo de los apetitos carnales, el era un vegetariano estricto, al que añadía su rechazo a todo alimento proveniente de animales (huevos y leche), especies y alimentos cocinados; más el dominio de la mente, mediante la meditación, el yoga, la lectura de los textos clásicos del pensamiento religioso hindú, cristiano y musulmán, de los que extraía esa capacidad de conectar con el pueblo llano indio.

De ahí el interés de la edición de los textos presentados por Rubén Campos Palarea que además de estar traducidos del inglés por el propio Campos, lo cual garantiza mayor rigor y otorga cohesión a la antología presentada. Aborda en núcleo central de su pensamiento político y social, la noviolencia, como bien indica el título de la antología, Política de la noviolencia. Desde luego no abarca el resto de aspectos indicados, la reflexión sobre la verdad a través Dios  y el dominio del cuerpo. Pero la antología permite tener acceso a algunos de sus escritos peor conocidos entre nosotros. Por ejemplo, de su libro no traducido al español, El autogobierno indio, se incluyen las conclusiones finales de ese texto importante del pensamiento político de Gandhi sobre cuestiones sociales y económicas. Donde Gandhi señala la estrategia a seguir de desobediencia al gobierno británico, mediante el abandono de la educación, sanidad, trabajo en industrias inglesas, el retorno del hilado artesanal para conseguir la independencia de la India. En el mismo sentido, en el texto Programa Constructivo y el discurso Seva Sangh, ambos de la lucha para la emancipación a través de la satyagraha, no sólo del gobierno británico, sino para conseguir una mayor igualdad social, económica y política. Un ideario que, en su día, resultó incómodo para las elites indias, tanto conservadoras, como del marxista Nehru, pero que acabaron aceptando vistos los éxitos concretos de sus campañas con el seguimiento masivo de millones de indios en la satyagraha de la sal. Del cual se incluye su famoso y quizás más conocido Discurso en Dandi en la satyagraha de la sal.

Como todo gran pensador, Gandhi fue un creador de lenguaje y creó algunos de los conceptos más influyentes de nuestro tiempo. Entre ellos, los mencionados, ahimsa y satyagraha, a los que Rubén Campos dedica una parte de la introducción. Ahimsa, traducido entre nosotros como no violencia, proviene de los textos vedas (1200 a.c.) aunque su sentido literal significa no matar, se inspira en la idea que la vida debe ser respetada debido a su naturaleza divina. Y en ese sentido rechazaba cualquier tipo de violencia contra las personas, tanto física, como cultural, psíquica o estructural que consideraba había que erradicar para conseguir la igualdad entre las personas. La satyagraha, agrupa dos términos del sánscrito, satya (verdad) y agraha (fuerza). Es, por tanto, la búsqueda de la verdad a través de la fuerza interior que conduce a actuar en conciencia. Fuerza que le condujera a desobedecer y no cooperar con los obstáculos que se oponían a su conciencia. Entre nosotros traducido como objeción de conciencia, también resistencia pacífica delante de aquellas reglas o leyes que vulneren valores morales socialmente aceptados.

La fuerza de esos dos principios son los que inspirarán las grandes movilizaciones sociales contra las leyes del Imperio británico. La marcha de la sal que movilizó a millones de personas contra el impuesto británico de la sal; el boicot a la escolarización británica o a las manufacturas inglesas, en especial las textiles, que lo llevaron en diversas ocasiones a la prisión. Un mensaje muy enraizado en el espíritu indio, que lo conectaba con todas las gentes más humildes y que lo convirtió en un gran conductor de masas.

Sobre Gandhi corren muchos estereotipos, que era un tipo estrafalario, de difícil seguimiento debido a las radicales formas de vivir que impuso a sus seguidores. Se le reprocha que su doctrina sólo fuera posible en una India rural y atrasada, pero de difícil aplicación en un mundo civilizado; que la noviolencia que predicaba no es posible ante las dictaduras duras (Hitler o Stalin). Gandhi predicó, filosofó y actuó para emancipar la India, pero su pensamiento estaba abierto a toda la humanidad. Recordemos algunos aspectos de su trayectoria vital. No vestía otra ropa que la hilada por el mismo con su uso. No creía en la escuela regulada, educó él mismo a sus hijos,  tampoco creía en la medicina occidental y practicaba la medicina natural. Era contrario a la propiedad privada, la división en castas y el patriarcado. Amaba a su pueblo, pero también a sus rivales, de Gran Bretaña rechazaba su imperialismo pero admiraba el orden nacido de su revolución democrática. Admiraba las ideas socialistas como se desprenden de sus escritos sobre la igualdad social y económica Programa constructivo. Él, a pesar de creer en la noviolencia como la única fuerza capaz de emancipar el género humano, aceptaba la violencia como autodefensa, y en más de una ocasión escribió que prefería la lucha del violento a la cobardía del sumiso (La doctrina de la espada). Por eso, a pesar de la contradicción de participar, creando un cuerpo de camilleros al lado de los británicos en la primera guerra mundial, se opuso con firmeza a participar en la segunda guerra mundial. Debido a que había perdido toda su fe en la Gran Bretaña, y vaticinó que, al margen de su resultado, a su fin la India llegaría a la independencia. En medio de la polémica que suscitó dentro del Partido de Congreso, dividido entre su propuesta y los partidarios de intervenir en la guerra al lado de Inglaterra. Se incluye el discurso Abandonad la India, donde expone sus razones para no apoyar a los imperios de Gran Bretaña y Estados Unidos por sus actitudes racistas de sometimiento de otros pueblos mientras dicen luchar por la libertad. A su vez que, en ese texto deja claras las diferencias entre el imperialismo británico y el fascismo del Eje alemán/italiano/japonés, y añade que sólo un pueblo libre puede luchar por la libertad.

Sin duda, la figura y obra de un hombre con un ascetismo tan extremo no son fáciles de resumir y ésta antología sólo es una excelente introducción a la complejidad de su pensamiento que precisará ser complementada con otras traducciones. Pero sí sirve para que sus propuestas sigan presentes en momentos de desconcierto. Pues cualquier alternativa política que se precie tendrá que contar con ellas, en especial la noviolencia, expresada en una de sus célebres máximas que siguen resonando entre nosotros: El fin está en los medios como el árbol está en la simiente.

Pere Ortega
Aparecido en la Revista Mientras Tanto, nº 107, verano 2008



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