Intervenciones en la Junta del Santander 2012

Intervenciones en la Junta del Santander 2012

Intervención de Alejandro Pozo en la Junta de accionistas del Banco Santander de 2012 sobre las inversiones en armamento de esta entidad financiera

Buenos días señor Presidente, miembros del Consejo de Administración, señores y señoras accionistas. Mi nombre es Alejandro Pozo Marín, miembro del Centro Delàs de estudios por la paz de Justícia i Pau. Les hablo en nombre de la campaña Banco Santander sin armas, promovida por Setem, el ODG y la organización a la que pertenezco. Les hablo también en nombre de decenas de accionistas que han delegado su representación en esta asamblea a la campaña Banco Santander sin Armas mediante más de 220.000 acciones.

Mi intervención tiene el objetivo de que sean conscientes de la gravedad que suponen las inversiones en armas que el Banco Santander sigue haciendo en la actualidad, a pesar de intentar ofrecer una imagen de banco socialmente responsable. Creemos que este es un tema que les interesa especialmente, por el impacto que sus relaciones con el negocio de las armas y la guerra puede suponer para su reputación corporativa y, en consecuencia, sobre su cuenta de resultados y dividendos. Pero sobre todo, un asunto que les debería importar, al menos a algunos de ustedes, por la destrucción y el sufrimiento que produce en las personas.

Hemos advertido ante esta asamblea durante otros años que el Santander no es en absoluto un banco responsable, sino un banco líder en su relación con la industria militar. Sin embargo, no hemos visto la menor preocupación ni por su parte, señor Presidente, ni por su parte, señores y señoras accionistas. Deben saber que somos cada vez más quienes pensamos que no todo vale para enriquecerse, y muchos de sus clientes actuales y potenciales, e incluso bastantes accionistas, son de nuestra opinión.

En primer lugar, queremos que sepan el mal lugar en el que queda el Banco Santander en el informe de la campaña internacional por la abolición de las armas nucleares, que acaba de hacerse público hace tan solo unas semanas. En él, se recopilan las inversiones en las empresas que fabrican armas nucleares desde 2008. Quisiéramos recordarles que las armas nucleares son un sinsentido que solo produce miedo y la amenaza de poder destruir el planeta varias veces. Las armas nucleares existen por voluntad política y financiera, porque las pagamos con los presupuestos públicos y porque bancos como el Santander ayudan a las empresas que las producen a seguir con semejante barbarie.

El Banco Santander colabora decididamente en la proliferación nuclear. Ha concedido durante los dos últimos años préstamos por un valor de 872,7 millones de dólares a Boeing, EADS, Finmeccanica, General Dynamics, Honeywell International, Rols-Royce, Safran y Thales, los más grandes productores de armas nucleares del mundo. También les ha ayudado financieramente emitiendo bonos y acciones por un valor de 216,7 millones de dólares.

Además, señor Presidente, su banco ha ayudado, mediante la concesión de créditos, a la probablemente más terrible empresa de armas española, Expal, perteneciente al grupo Maxam, fabricante de explosivos de guerra y dedicada a la producción y venta de las terroríficas minas antipersona y bombas de racimo, hasta que les fue prohibido por ley. En España, porque no creo que usted nos pueda garantizar aquí que Maxam no las produce o exporta en otros países.

Sr Emilio Botín, no somos ajenos a su nula implicación con las personas más débiles del planeta. Lemos pedido que cese sus actividades de promoción de la violencia armada, y su contestación ha sido año tras año evasivas para no aceptar su responsabilidad.

Dígame sr Botín, ¿va a seguir ignorando que su banco financia armas? Si lo sabe (y ahora, si me ha escuchado, no podrá negar que ya lo sabe), ¿pretende usted seguir obteniendo y repartiendo cada año entre sus accionistas beneficios económicos y suculentos dividendos manchados de sangre?

¿Cuáles son las medidas que va a tomar el Banco Santander para ser una empresa responsable en cuanto a la violencia, muerte y sufrimiento que generan las armas? ¿Quizá nos va usted a decir que el banco va a dejar de financiar armas ilegales? ¿Solo eso? ¿Quizá ni eso? Me permito adivinar cuál va a ser su respuesta, si es que la hay: nos dirá que el Santander no financia armas nucleares, minas antipersona o municiones de racimo, pero sin demostrarlo ni decirnos dónde está el error en los informes publicados. O quizá nos dirá también que están en ello, intentando que el banco mejore, que son líderes en estas cuestiones. Es decir, lo que nos cuentan cada año, aunque sabemos que toda esa muerte y sufrimiento les importa bien poco.

Sr Botín, su posición de poder le puede permitir hacer lo que quiera en muchos aspectos, pero cuando hablamos de los derechos fundamentales de las personas, cuando de vivir o morir se trata, usted no puede anteponer sus intereses económicos.

Gracias por su atención



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