La Administración Biden ha hecho pública su doctrina nuclear
El 27 de octubre se hizo público el documento Nuclear Posture Review (NPR) 2022, que recoge la política nuclear de la Administración Biden, como parte de la 2022 National Defensa Strategy.
Este documento, de forma similar a su homólogo de la Administración Trump, adopta una cierta ambigüedad o imprecisión cuando aborda la cuestión de las circunstancias bajo las cuales los Estados Unidos podrían usar su armamento nuclear.
En el documento NPR se afirma que las armas nucleares son un elemento disuasivo único (ante cualquier forma de ataque estratégico) que ningún otro elemento del poder militar de los Estados Unidos puede reemplazar. Y añade que las armas nucleares son necesarias para disuadir no solamente ataques nucleares, sino también un abanico limitado de otros ataques estratégicos de consecuencias relevantes.
La NPR confiere tres funciones a las armas nucleares norteamericanas: disuadir ataques estratégicos, proteger a sus aliados y socios y alcanzar los objetivos de EEUU si la disuasión fallase. Declara que la política nuclear estadounidense «pretende complicar toda decisión del adversario, incluyendo la instigación de una crisis, el inicio de un conflicto armado, la realización de ataques estratégicos utilizando capacidades no nucleares o el aumento del uso de armas nucleares a cualquier escala«.
Según la NPR, «después de un repaso meticuloso de opciones de política nuclear – incluidas la de No Primer Uso y la de Finalidad Única (Sole Purpose), se concluyó que esos dos enfoques implicarían un nivel inaceptable de riesgo a la luz de las capacidades no nucleares que están desarrollando y desplegando los competidores y que podría infligir daños de nivel estratégico a los Estados Unidos, aliados y socios«. Que la nueva NPR rechace ambos enfoques significa que EEUU se otorga el derecho de ser el primero en usar armas nucleares y que no limita la función de tales armas a su papel disuasivo.
En referencia al punto anterior, es pertinente recordar que, durante la campaña electoral a la presidencia de los Estados Unidos, Joe Biden manifestó su deseo de que la única finalidad (Sole Purpose) de las armas nucleares de EEUU fuese la disuasión y prometió también revisar la política norteamericana que se reserva el derecho de Primer Uso de dichas armas en un conflicto.
La NPR hace también un repaso de los presuntos adversarios nucleares de EEUU.
Según la NPR Irán no representa actualmente una amenaza nuclear, pero sí que continua desarrollando capacidades que le permitirían fabricar un arma nuclear en caso de que tomase la decisión de hacerlo. En este punto la NPR parece olvidar que Irán estuvo cumpliendo escrupulosamente el JCPOA (acuerdo nuclear suscrito en 2015 entre Irán por un lado y China, Francia, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y la UE, por el otro) hasta que Estados Unidos se retiró unilateralmente de dicho acuerdo.
Según la NPR, China (al igual que Rusia) representa una amenaza nuclear importante y creciente para Estados Unidos y sus aliados. Es tremendamente inquietante el proyecto de la NPR para hacer frente a ese supuesto peligro del poder nuclear de China. EEUU se compromete a reforzar la disuasión en la zona Indo-Pacífico. En la pasada década se establecieron diálogos sobre disuasión ampliada con Corea del Sur, Japón y Australia. Se propone seguir esta vía de diálogo, colaborar en materia militar y compartir información con dichos países. La NPR plantea desplegar bombarderos estratégicos, aviones de combate con capacidad dual y armas nucleares en la región; incrementar la visibilidad de los activos estratégicos norteamericanos, incluyendo visitas a puertos de submarinos con misiles balísticos y misiones con bombarderos estratégicos. Otro objetivo propuesto en la NPR es la coordinación de elementos disuasivos nucleares y no nucleares y el aprovechamiento de las capacidades no nucleares de aliados y socios regionales que puedan apoyar la misión de disuasión nuclear.
También en esta cuestión la NPR parece olvidar que China siempre ha reiterado su compromiso con una política nuclear de No Primer Uso «en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia«. En noviembre de 2021, el embajador chino para el desarme en Naciones Unidas declaró: «Ningún país será amenazado por armamento nuclear de China mientras no use armas nucleares contra China«. También parece olvidar que China mantiene su arsenal nuclear en el mínimo nivel requerido para su seguridad nacional (en palabras de los mandatarios chinos). Las cifras hablan por sí solas: EEUU posee más de 5.400 cabezas nucleares, de las cuales 850 en situación de máxima alerta (usables de forma inmediata). China posee 350 cabezas nucleares, ninguna de ellas en máxima alerta.
Rusia continúa siendo el rival de EEUU con más capacidad y diversidad de fuerzas. Según la NPR, para disuadir ataques a gran escala, EEUU reforzará la tríada nuclear. Para disuadir coacción nuclear y ataques locales contra aliados y socios, se reforzará la capacidad de disuasión regional. De hecho, según la NPR «desde la ocupación de Crimea en 2014 por parte de Rusia, la OTAN ha hecho pasos para reforzar la disuasión regional en Europa, que incluyen la modernización de las fuerzas nucleares norteamericanas desplegadas en Europa como el avión de combate F-35A y la bomba B61-12 […] Todo ello con el objetivo de reducir la confianza rusa para iniciar una guerra convencional contra la OTAN o para emplear armas nucleares no estratégicas en un conflicto de ese tipo«.
La NPR declara que EEUU continuará con la tríada nuclear y que están «completamente comprometidos» con los programas de modernización de sus fuerzas nucleares, aviones de combate de doble capacidad (F35), los sistemas de mando y control y comunicación nucleares (NC3) y la infraestructura de producción. Se trata básicamente del programa de modernización nuclear que ha recibido el apoyo de las dos administraciones anteriores. Concreta algunos detalles, por ejemplo la financiación del programa de misiles ICBM Sentinel que reemplazarán a los Minuteman, de los submarinos Columbia que han de reemplazar a los actuales Ohio, la modernización de los bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress y del bombardero B-21 y la sustitución de las bombas gravitatorias B61-3/4/7 por el nuevo modelo B61-12.
En 2018 se introdujeron los misiles de crucero para ser lanzados desde submarinos (SLCM-N) y la cabeza nuclear de baja potencia W76-2. Se cancelará el programa de misiles SLCM-N pues se considera que sería una capacidad redundante con los SLBM equipados con la cabeza W76-2 y que tendría un coste muy elevado.
Por otro lado se retirará la bomba gravitatoria B83-1 a causa de sus limitadas capacidades y los crecientes costes de mantenimiento.
La revisión de la doctrina nuclear de la Administración Biden contiene un lenguaje mucho más positivo sobre el control de armas que el que puede encontrarse en la NPR de la administración Trump. La actual NPR concluye que la disuasión por sí sola no reducirá los peligros nucleares y reafirma el compromiso de Estados Unidos con el control de armas, la reducción del riesgo y la no proliferación.
La NPR afirma que EEUU seguirá implementando el tratado New Start de reducción de armas estratégicas. Están dispuestos a negociar rápidamente con Rusia un nuevo marco de control de armas para sustituir el tratado New Start que caducará en febrero de 2026. Esta actitud difiere de la de la Administración Trump que se oponía a la prórroga de dicho tratado en 2021. Si bien la nueva NPR considera que la prioridades de ambos Estados no son las mismas, reconoce la importancia del diálogo. Un nuevo acuerdo será difícil, pues cuando se prorrogó este Tratado en 2021, Rusia dejó claro que no haría más recortes en su arsenal estratégico salvo que Estados Unidos aceptara limitaciones a sus defensas antimisiles.
Reafirma su compromiso con el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Continuará buscando barreras políticas y tecnológicas para evitar la proliferación nuclear y apoyará la adopción de zonas libres de armas nucleares. Declaración un poco sorprendente teniendo en cuenta su negativa a declarar Oriente Medio como una de estas zonas en la cumbre de revisión del TNP en 2015 y en otras anteriores.
Por otro lado «Estados Unidos apoya el Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares (CTBT)» y se compromete a trabajar para lograr su entrada en vigor. Reconoce, además, que EEUU puede «garantizar una disuasión nuclear segura, protegida y eficaz sin necesidad de volver a las pruebas de explosivos nucleares«. Declaración muy genérica e imprecisa, pues de ella no podemos deducir EEUU ratifique el CTBT. Recordemos que EEUU firmó el tratado en 1996 pero, hasta ahora, no lo ha ratificarlo. El Tratado sólo entrará en vigor cuando lo hayan ratificado los 44 estados que figuran en su anexo, uno de ellos es EEUU. Veremos si finalmente EEUU ratifica el tratado.
En diciembre de 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó iniciar negociaciones para conseguir un tratado que prohíba la producción de material fisionable para armas nucleares (conocido como Fissile Material Cutoff Treaty, FMCT), si bien desde entonces no se ha llegado a un acuerdo para su redacción. La NPR declara que «continúa apoyando el inicio de las negociaciones de TCPMF«.
El aspecto negativo es el rechazo absoluto del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN): «Estados Unidos no comparte la suposición subyacente del TPAN de que la eliminación de las armas nucleares se puede lograr independientemente del entorno de seguridad internacional imperante«.
Reflexiones finales
Es especialmente inquietante el rechazo de las políticas de No Primer Uso y de Finalidad Única. Contrasta con las políticas de los principales adversarios nucleares (según la NPR), es decir, Rusia y China. En ambas políticas se reafirma el No Primer Uso y el carácter defensivo de sus respectivas armas nucleares. Este punto de la NPR es aún más decepcionante si tenemos en cuenta las declaraciones ya citadas de Biden en campaña electoral.
La ambigüedad (probablemente deliberada) en la descripción de los escenarios de uso de las armas nucleares norteamericanas es un posible factor de desconfianza o recelo por parte de Rusia y China.
Esta nueva NPR mantiene los programas multimillonarios de modernización del arsenal nuclear establecidos por las NPR anteriores. El arsenal en su conjunto no se verá reducido. Y sin embargo, altos cargos como William J. Perry (Secretario de Defensa de EEUU entre 1993 y 1997) y el general James Cartwright (antiguo vicepresidente de la Joint Chiefs of Staff) han criticado abiertamente la sobredimensión del arsenal estadounidense y han asegurado que una reducción importante no pondría en riesgo la seguridad de EEUU.
El aspecto más estremecedor de la NPR de Biden es, sin lugar a dudas, el proyecto de despliegue de capacidades nucleares estadounidenses en la zona del Indo-Pacífico, con el objetivo de afrontar el presunto peligro que supone China. Está en consonancia con el discurso recurrente en los últimos tiempos de EEUU y también de la OTAN, de señalar a la China como un peligro a la seguridad mundial. Todo ello redundará en una mayor tensión en la zona. Obviamente China lo interpretará como una provocación y una amenaza a su seguridad nacional.
En definitiva, la diferencia de talante entre Biden y Trump podía haber generado alguna expectativa de mejora en la política nuclear norteamericana. Hemos quedado defraudados.
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