Las tropas españolas en Afganistán y el riesgo radioactivo

Las tropas españolas en Afganistán y el riesgo radioactivo

Las tropas españolas que han ido a Afganistán han recibido un “Manual de Área” elaborado por el Centro de Inteligencia y Seguridad del Ejército (CISET) en el que se explica la situación local y los riesgos que habrán de afrontar. El pasado año las tropas que participaron en la ocupación de Irak también recibieron un Manual de Área específico.
TG (Octubre 2004), Materiales de Trabajo núm. 25

El Manual de Área de Irak incluye algunas advertencias sobre el riesgo de contaminación radioactiva debido a la munición de uranio empobrecido que usó Estados Unidos, tanto en los bombardeos de 1991 como en 2003, así «grandes áreas de Irak pueden representar niveles de radiación residual superior a lo normal». Es importante destacar que después de la experiencia de las misiones de Bosnia y Kosovo en que medio centenar de soldados y mandos militares padecieron diversos tipos de leucemia, o cáncer en la sangre, casos que los informes oficiales intentaron ocultar, ahora el Manual para Irak reconoce oficialmente que existe contaminación radioactiva debida al uranio empobrecido.

El manual reconoce que el riesgo de contaminación proviene tanto de la exposición externa como de la interna ya que «si el UE pasa al organismo en una dosis suficiente puede repercutir gravemente en la salud debido tanto a su toxicidad química, como a su radioactividad por exposición prolongada a un bajo nivel de radiación». Como consecuencia de ello el manual recomienda que «se eviten las zonas contaminadas» y que se evite «cualquier contacto con vehículos destruidos que puedan estar contaminados» y para ello facilita fotografías sobre como identificar impactos de munición de UE en blindados iraquíes.

Lo que no indica el manual es como identificar todo aquello que no sean blindados, como edificios u otras estructuras, o las amplias zonas que han recibido el impacto de bombas y misiles con cabezas radioactivas. Tampoco indica cómo protegerse de las partículas radioactivas en suspensión en el aire que pueden viajar cientos y miles de kilómetros, o de las partículas solubles que pueden incorporarse y concentrarse en la cadena alimentaria.

Asimismo al usar el término de uranio empobrecido oculta su verdadero potencial contaminante ya que al provenir de residuos nucleares está, a su vez, previamente contaminado con elementos altamente tóxicos como U235, U238 o incluso Plutonio.

Pero si las tropas que fueron a Irak recibieron esta información, incompleta y a todas luces insuficiente, pero que sin embargo advertía del riesgo de contaminación radioactiva, las tropas que recientemente han ido a Afganistán han recibido otro manual, también elaborado por el CISET, de 160 páginas, con profusión de gráficos, mapas y fotografías que no contiene ni una palabra sobre el armamento o la contaminación radioactiva.

El manual parece seguir el dictado del Pentágono y del Ministerio de defensa británicos que declararon que no habían utilizado munición de uranio empobrecido en Afganistán. Pero en realidad, como ya mostramos en estas páginas, en Afganistán el protagonismo no fue de la munición antitanque sino de una nueva generación de bombas y misiles con ojivas de uranio, empobrecido o no. Se estima que más de 1000 toneladas de uranio fueron lanzadas en Afganistán. Las investigaciones sobre el terreno del UMRC, Uranium Medical Research Center, muestran niveles muy elevados de radioactividad nunca registrados anteriormente en poblaciones civiles. Si en la primera guerra del Golfo los efectos de esta contaminación tardaron cinco años en comenzar a manifestarse, en Afganistán la población comenzó a tener problemas de salud a las pocas semanas de los bombardeos.

Las tropas que han ido a Afganistán estarán expuestas a unos riesgos debidos a la contaminación radioactiva que tienen derecho a conocer y de los que no han sido informados. Estarán expuestas a la misma muerta lenta y silenciosa que están sufriendo las poblaciones de Afganistán, Irak, Bosnia o Kosovo.

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Nota:

Este artículo está basado en el trabajo de Alfredo Embid. «Algunas cosas que no dicen los manuales de área (Irak, Afganistán) del ejército español». Boletín armas contra las guerras nº 47 disponible en http://www.amcmh.org/amcmh2.htm



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