Más dinero para armas
El último Consejo de Ministros de 2013 aprobó la adjudicación de dos nuevos contratos de armamentos por valor de 80 millones de euros.
En el BOE de 31 de diciembre se publicaban los acuerdos del
último Consejo de Ministros de 2013, dónde se hacían públicos dos
jugosos contratos de armamentos para las fuerzas armadas españolas
valorados en 90 millones de euros. Los ejecutivos de las dos empresas
militares españolas adjudicatarias, Eurocopter e Indra, seguro que la
noche de fin de año brindaron con buen champán y se desearon un
excelente año 2014.
Los contratos consistían, uno en la
fabricación de ocho helicópteros de entrenamiento EC-135 por un importe
de 49 millones siendo la empresa adjudicataria Eurocopter. El segundo,
un contrato para suministrar equipos electrónicos, software y sistemas
de información de los 45 helicópteros en construcción, los
multipropósito NH-90, por un importe de 40,8 millones, y la empresa
adjudicataria fue Indra.
Estos gastos en armamentos no deberían asombrarnos sino fuera porqué esconden turbios manejos contables. Me explicaré. Los dos tipos de armas pertenecen a los Programas Especiales de Armamentos (PEAs), unos programas que en estos momentos son un quebradero de cabeza para el Ministerio de Defensa, pues tiene que hacer frente a unos compromisos de pago acarreados por los contratos, que oscila, según cómo se hacen las cuentas, entre 26.000 o 30.000 millones. Son los conocidos cazas EF-2000, blindados Leopardo, submarinos S-80, avión A400M, helicópteros Tigre, así hasta catorce.
El ajuste presupuestario del Gobierno aplicado a todos los ministerios en 2013, dejó estos dos programas, en una consignación inicial presupuestaria en cero euros. Luego, en el mes de julio pasado les fue aprobado un crédito extraordinario de 10 millones para el helicóptero EC-135 y otro de 75 millones para el NH-90. Cantidades que fueron abonadas a la empresa constructora de ambos, Eurocopter. Y ahora aparecen dos nuevas licitaciones para estos dos programas ¿Y qué consignación se ha previsto para ellos en el presupuesto de 2014? La misma que en 2013, cero euros. Es decir, se recurrirá de nuevo a un crédito extraordinario para poder hacer frente al pago de éstos y del resto de los PEAs.
Es decir, aprueban un presupuesto militar insuficiente, para después durante el ejercicio aprobar créditos y otras artimañas contables (traspasos e ingresos suplementarios) para incrementar el gasto del Ministerio de Defensa. Así, se engaña a la opinión pública y las señorías del Congreso de Diputados.
Unos PEAs, que debido a la deuda
acumulada tiene sumido al Ministerio en una situación de extravío –
desde su inició en 1994 ya lleva abonados 15.000 millones a las empresas
– y debe continuar abonando unos programas de armas mientras se ve
obligado a aplicar ajustes en los servicios y mantenimiento de las
unidades que convierte unas y otros en inoperantes. La última noticia es
que de los 126.000 efectivos militares, sólo serán 10.000 con capacidad
de equipos y despliegue inmediato. Lo cual pone de manifiesto que el
resto de fuerzas estarán inoperativas.
Debe observarse, que la
noticia de ambas adjudicaciones, pone de manifiesto que mientras el
gobierno del PP somete a severas restricciones el gasto público para
coberturas sociales o del desarrollo industrial, agrario, científico…,
adquiere armamentos que no tienen ningún efecto positivo en la economía
productiva. Pues son armas que consumen recursos que tendrían mucha
mayor eficiencia económica en bienes productivos del ámbito civil. Claro
que siempre habrá quién considere prioritaria la seguridad y defensa
del país antes que las prestaciones sociales o la economía productiva.
Si
este es el argumento que prevalece, que se someta a una
reestructuración y reconversión a las fuerzas armadas a esa operatividad
de 10.000 efectivos y nos ahorraríamos miles de millones en un gasto
ineficiente.
Lea el artículo en Público