Mujeres constructoras de paz

Mujeres constructoras de paz

Tica Font, directora de l’ICIP escriu sobre dones i pau.

Las acciones que llevan a cabo las mujeres en periodos de violencia o guerra, pueden ayudarnos a ensanchar la manera de entender la construcción la paz. Poner fin a un conflicto armado y construir la paz es un objetivo que suele movilizar a la comunidad internacional de diversas maneras, con misiones de paz, delegaciones diplomáticas o impulso a comisiones de negociación entre otros. Por lo general las mujeres quedan excluidas de todos estos instrumentos de paz, no suelen formar parte de ellos y a menudo ni siquiera son escuchadas con sus afectaciones especiales en estos espacios.

Hoy quisiera llevar a cabo un reconocimiento a las aportaciones de las mujeres en la construcción de la paz. Las mujeres durante y después de un conflicto son el soporte de las familias, de las relaciones familiares y de las relaciones interpersonales de la comunidad más cercana. Las mujeres son las que han desarrollado el papel esencial de la construcción de la paz en la esfera informal, en la esfera no oficial, y son las que han quedado excluidas de los procesos de paz formales, de las mesas de negociación, se las ha excluido incluso de voz, en tanto que no pueden ser escuchadas sus reivindicaciones y su trabajo de constructoras de paz pasa desapercibido en las esferas académicas, en las esferas políticas y públicas.

El papel de las mujeres constructoras de paz surge de su experiencia de opresión, de su experiencia de lo que significa estar excluida y de la búsqueda de una sociedad más inclusiva. Muchas mujeres han acabado siendo y son activistas constructoras de paz en tanto que han defendido formas no violentas de relacionarse las personas; otras muchas mujeres se han convertido en mediadoras entre la guerrilla y su familia o la comunidad, grupos de mujeres han negociado con los bandos armados espacios para poder cultivar o comerciar los productos que mantienen la vida de la comunidad; muchas mujeres se han convertido en consejeras de traumas, en cuidadoras de sufrimientos, muchas de ellas han detectado situaciones que podrían transformarse en violentas y han actuado. Son las mujeres las que acaban actuando de cooperantes en el reparto de la ayuda humanitaria, se convierten en cooperantes de desarrollo.

En muchas ocasiones han sido las mujeres las que han facilitado el dialogo entre facciones armadas, clanes o grupos enfrentados, son las que intentan convencer al marido, hijo, sobrino, padre o tío de que abandonen la violencia. Son ellas las que a menudo tienden puentes entre las líneas divisorias, las que buscan los puntos comunes y de encuentro que sobrepasan los elementos de división. Las mujeres han puesto las cuestiones vitales como la continuidad de la vida, la supervivencia de la familia, la alimentación, el tener techo, la salud o la educación como elementos esenciales a salvar.

La contribución de las mujeres a la construcción de la paz se da mayoritariamente en la esfera informal, se produce en lo que llamaríamos la trastienda, con trabajos no remunerados, con trabajos considerados auxiliares y sin reconocimiento social. Es por todo eso que las mujeres suelen quedar excluidas de los procesos formales de construcción de paz, suelen quedar excluidas de las comisiones de negociación de paz, sus peticiones suelen quedar excluidas de los puntos de negociación. Las mujeres pueden ser vanguardia en iniciativas de paz, pero los negociadores suelen ser casi en exclusiva hombres.

Cuando un conflicto violento o una guerra acaba suelen ser las mujeres las que empiezan a recomponer el tejido social, son ellas las que se quedan a cargo de hijos, viejos y enfermos, son ellas las que en medio de la devastación tienen que encontrar la manera de sobrevivir todos los miembros que están a su cargo. En cambio la sociedad y los académicos no reconocen la actividad que llevan a cabo las mujeres como actividad constructora de paz.

La experiencia nos muestra que las mujeres articulan el conflicto y la paz de manera diferente a los hombres, pero las investigaciones académicas ofrecen muy pocos estudios y muy pocas explicaciones a los conceptos que subyacen en la construcción de la paz. Hay pocos estudios que aborden como funciona la construcción de la paz y que papel llevan a cabo las mujeres en el mismo.

Es necesario romper el dualismo de que los hombres solamente son idóneos para el mundo público, para el mundo político, para la justicia transicional, para las negociaciones políticas y las mujeres solamente, son idóneas para actuar en el mundo privado, para actuar el mundo del cuidado de las personas, para recoger los pedazos emocionales de la violencia y la guerra. La construcción de la paz se construye en los dos mundos, requiere de las dos esferas y las mujeres quieren estar en las dos esferas.

Finalmente cabe tener presente que también hay mujeres que cogen las armas, se unen a los grupos guerrilleros o insurgentes o llevan a cabo tareas de apoyo a los guerrilleros. Hay mujeres que asumen el rol de los hombres en la construcción de la división y la guerra.


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Publicado en Público, el 07/03/2017
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