¿Por qué no se publican las financiaciones de las exportaciones españolas de armas?

¿Por qué no se publican las financiaciones de las exportaciones españolas de armas?

De las características del negocio de las armas, destaca la enorme falta de transparencia que rodea todas las fases del proceso que abarca desde la fabricación de un arma hasta su utilización. El argumento más utilizado por los gobiernos de todo el mundo es que este secretismo está justificado por una necesidad de protección en tres ámbitos: la seguridad nacional del Estado vendedor, la del Estado comprador y la confidencialidad de las empresas.
Alejandro Pozo. Materiales de Trabajo num 32 (Setiembre 2007)

Una de las fases imprescindibles del ciclo armamentista es la financiación de las exportaciones. Las compañías que fabrican armas y obtienen la autorización del Gobierno español para exportarlas no reciben el dinero de la venta de forma inmediata, sino en un determinado periodo de tiempo, generalmente largo. Para hacer frente a estos inconvenientes, las empresas de armas necesitan que las entidades financieras les faciliten los fondos necesarios para continuar siendo funcionales.

Como también sucede en el resto de operaciones relacionadas con las armas, la financiación de las exportaciones no es transparente. Casi ningún país del mundo las hace públicas, los de la Unión Europea tampoco. Italia, que hace públicas sistemáticamente sus exportaciones de material de defensa, podría ser la excepción que confirma que los argumentos que apelan a la seguridad de los Estados y a la confidencialidad de las empresas son –y creo que ésta es la palabra correcta– un camelo.

Me permito adelantar que si Italia es una honrosa excepción al modelo hegemónico no es como consecuencia de una supuesta supremacía ética de sus gobernantes, sino de la combinación de como mínimo dos factores. Por un lado, destaca el buen trabajo llevado a cabo por los movimientos sociales italianos en las campañas durante los años ochenta. Por el otro, el escándalo que supuso la participación de la rama norteamericana de la italiana Banca Nazionale del Lavoro en la venta ilegal de armas al régimen de Saddam Hussein en Iraq. Fruto de esta conjunción de acontecimientos, en 1990 Italia aprobó la ley 185/90, que regula los sistemas de importación y exportación de armas y la publicación de la información relacionada con estas operaciones comerciales (como son la producción y la empresa fabricante, el volumen de cada transacción o el país de destino). Cada año, el Ministerio de Finanzas prepara un informe para el Parlamento a partir de la información que recibe, obligatoriamente, de otros ministerios como Defensa, Tesoro o Asuntos Exteriores.

El modelo italiano es un ejemplo del camino que deberían seguir otros gobiernos, como el español. Pero desgraciadamente también debe ponerse en cuestión. Su aplicación rigurosa inicial dio paso a algunas interpretaciones interesadas que han afectado a su eficacia. Destaca el hecho de que, como consecuencia de las directrices que pretenden establecer una industria de Defensa europea común, una empresa de armamento originalmente italiana pueda, a través de un cambio de sede social, exportar armas desde otros países de la Unión Europea donde impere el secretismo –España, por ejemplo–, esquivando la legislación italiana. Por otra parte, la ley 185/90 no regula las armas pequeñas (Italia es el segundo exportador del mundo); no incluye todos los mecanismos de financiación que facilitan los bancos; promueve la impunidad de los intermediarios de armas; y presenta un vacío en la participación de las agencias de créditos a la exportación (lo que significa que en Italia los bancos privados deben proporcionar más información que las agencias estatales). Hecha la ley, hecha la trampa. Pero pese a estas limitaciones, denunciadas repetidamente por la campaña italiana “Banca Armata”, el modelo italiano es, hoy, una utopía para el caso español.

El BBVA y el BSCH y las exportaciones de armas italianas

Los mecanismos de control italianos y su exclusividad hacen patente la gravedad de la situación: no sabemos qué hacen bancos españoles como el BBVA con armas de fabricación española, pero, paradójicamente, sí sabemos lo que hace esta entidad financiera española con las armas italianas. Y los resultados son de escándalo: el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria el año 2002 ocupó el primer lugar de la clasificación por volumen de financiaciones de exportaciones de armas italianas. También el Banco Santander Central Hispano figura en la lista de financiadores, tal y como se muestra en la tabla siguiente:

Principales bancos exportadores de armas italianas, año 2002:

Banco (ordenados según valores de 2002) Valor exportaciones (millones de euros) % total
2001 2002 2003 2004 2002
Banco Bilbao Vizcaya Argentaria 46,7 216,0 5,2 16,2 29,60
Banca Nazionale Lavoro 104,6 137,8 69,7 71,6 18,88
Unicredito Italiano 55,6 99,6 31,9 20,2 13,65
Capitalia 190,9 98,4 229, 8 396,1 13,48
Gruppo Bancario San Paolo Imi 48,9 80,6 91,8 366,1 11,05
Banca Intesa 78,3 56,8 97,4 23,2 7,78
Barclays Bank 27,2 31,3 22,7 28,1 4,29
Banca Antonveneta 6,9 13,3 121,0 0,95
Cassa di Risparmio della Spezia 2,3 34,1 50,9 0,32
Banco Santander Central Hispano 19,7

Fuente: Beretta, Giorgio, “Banche e armi: un bilancio a sei anni dalla Campagna”, enero 2006.

Además, destaca la falta de escrúpulos del BBVA para facilitar las exportaciones de armas a países que violan de manera inequívoca el Código de Conducta de la Unión Europea sobre el comercio de armas. El hecho de que un gobierno como el italiano publique abiertamente que el BBVA financió exportaciones de armas a Israel por un valor de 329.066 euros representa un paso adelante en cuestiones de transparencia. Lo que preocupa es la falta de reacción que despiertan estas prácticas:

Países destinatarios de exportaciones de armas italianas con financiación del BBVA en 2006:

País destino Divisa Importe País destino Divisa Importe
España Euro 37.772.173,80 México Dólar 435.167,00
Líbano Euro 14.442.100,00 Israel Euro 329.066,00
Malasia Dólar 700.000,00 Brasil Dólar 94.924,51
Singapur Dólar 499.700,00 Euro 31.306,08
TOTAL: 52.574.645,88 euros y 1.729.791,51 dólares

Fuente: Elaboración propia, a partir de Riepilogo per Istituti di Credito relativo al periodo 2006. Ministero dell’Economia e delle Finanze

Finalmente, conviene concluir con dos reflexiones. La primera invita a la preocupación, y parte del hecho de que uno de los escasos mecanismos de control que existen en el mundo aporte unos resultados tan alarmantes. ¿Es prudente pensar que esta muestra puede ser sólo la punta de un iceberg que se oculta bajo un mar de impunidad? Por el contrario, la segunda conclusión invitaría a la esperanza, a la necesidad de reivindicar la implantación en España del modelo italiano. Pese a que la ley italiana también contiene implícitamente los mecanismos para evadirla de manera parcial, el remedio es sin duda mejor que la enfermedad del sistema imperante, que promueve el secretismo y la evasión de responsabilidades en un asunto tan preocupante como es el negocio de las armas y sus perniciosos efectos.



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