Publicado en Barcelona
La compra de armas y tecnología de seguridad israelí por parte de gobiernos de todo el mundo permite abaratar los costes de la ocupación de los territorios palestinos
- Un informe del Centre Delàs d’Estudis per la Pau desvela el negocio creciente de la marca “probado en combate” de la tecnología de armas, control y vigilancia de la industria israelí y sus vínculos con la opresión y el apartheid palestino.
- La marca “probado en combate” o “probado en terreno” que Israel promociona, de productos testados en y sobre la población y los territorios ocupados palestinos, se ha convertido en un valor añadido en el mercado de la seguridad y la defensa internacional.
Barcelona, 3 de octubre de 2022. La industria de armas y de tecnologías de control y vigilancia de Israel se ha erigido como una de las más potentes del mundo. Empresas como Elbit Systems se encuentran entre las 10 empresas de armas y tecnología de vigilancia con más facturación mundial. Este reconocimiento mundial se debe en parte a que Israel vende sus productos bajo la marca de “probados en combate”. Y es que Palestina, sobre todo la Franja de Gaza, es un laboratorio de pruebas de material militar israelí. Así lo defienden las autoridades israelíes y así lo publicitan sin tapujos las empresas que venden estos productos de punta a punta del planeta. Gobiernos de todo el mundo llevan décadas adquiriendo tecnología militar a Israel, a pesar de las implicaciones legales y éticas que conlleva.
Es el caso de España que, según muestra el informe que publica hoy el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, ha adquirido productos vendidos como probados en combate en la Franja de Gaza. Entre ellos, misiles Spike y torretas de vehículo terrestre de la empresa Rafael, drones de IAI y Elbit Systems, sistemas de mortero de Elbit Systems o munición de carros de combate de Israel Military Industries. Estos fabricantes se encuentran entre las firmas que más se lucran de las ocupaciones militares y las tensiones en la región.
España y el resto de países europeos no solo se encuentran entre los mayores compradores de armas y tecnología militar y de seguridad de Israel, sino que también se encuentran entre los proveedores de armamento a este país. El informe apunta que las exportaciones de armas españolas y europeas a Israel vulneran los Criterios de la Posición Común de la Unión Europea, por la que se definen las normas comunes que rigen el control de las exportaciones de tecnología y equipos militares. A pesar de ello, no se tiene constancia oficial de ninguna denegación de autorización de exportación de material de Defensa español a Tel Aviv con anterioridad al año 2015. Y desde entonces las denegaciones han sido pocas: cinco licencias denegadas (en 2015, 2017 y 2019).
“Es grave vender armas a un país que lleva a cabo una ocupación militar como Israel, incumpliendo la legislación de control de armas. Pero también es grave legitimar y enriquecer a la industria de la ocupación comprando sus tecnologías, ya que implica una complicidad con la represión de la población palestina”, afirma Alejandro Pozo, investigador del Centre Delàs d’Estudis per la Pau y autor del informe “Negocios probados en combate. Exportar la marca ‘made in Israel’ para mantener la ocupación y normalizar la injusticia”. La investigación constata que la compra de armamento y tecnologías militares y de seguridad a Israel refuerza su modelo militar y securitario y, lo que es más importante, contribuye a mantener la ocupación militar, que Israel hace económicamente viable con la venta de sus productos militares “probados en combate”. Esta viabilidad pasa por abaratar el coste al fabricar en exceso y exportar el excedente (tres cuartas partes de su producción).
La industria de Israel ha destacado también por su diseño de tecnologías de espionaje, que han sido adquiridos por España. Entre sus clientes, destacan el Ministerio de Defensa, el CNI, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y distintas policías autonómicas. Entre los productos ofertados, se encuentra el programa Pegasus de NSO Group Technologies. Según la plataforma CitizenLab, este programa habría sido utilizado para espiar a representantes políticos, activistas y periodistas en Cataluña. NSO Group distribuye su programa Pegasus “en países occidentales” a través de tres firmas: Dars Telecom (italo-española), Excem (española con sedes en Israel, EEUU, China y Francia) y BAE Systems (británica).
La industria israelí también destaca en la construcción de muros, vallas y tecnologías de control fronterizo y de segregación espacial. Israel, junto con Marruecos, es el Estado del mundo con más muros construidos en sus fronteras, incluidas las de territorios ocupados. De hecho, es el paradigma de Estado amurallado mundial. El informe recoge la tendencia al alza del mercado global de seguridad de fronteras (según el Market Research Future, se prevé que en 2025 alcance un valor de más de 65.000 millones de dólares), en el cual destaca la empresa israelí Elbit Systems entre las diez primeras del mundo.
La investigación también apunta que Israel ha construido un complejo entramado de empresas de seguridad fronteriza. El Instituto de Exportación de Israel afirma que representa a más de 500 empresas en este campo. Entre ellas, las empresas Elbit Systems, Magal o IAI, que exportan su tecnología de muros, vigilancia y control a países como Estados Unidos, Kenia, Marruecos, Corea del Sur, Chipre, Colombia, India o Grecia, y a la Unión Europea (Frontex). “La tecnología empleada para construir y moldear el apartheid israelí contra la comunidad palestina está siendo exportada a otros gobiernos y fronteras, en un contexto mundial de aumento de personas desplazadas por la fuerza”, apunta Ainhoa Ruiz Benedicto, investigadora del Centre Delàs y también autora del informe.
Finalmente, las autoras concuerdan, la ‘marca Israel’, desarrollada mediante la injusticia y la opresión contra la población palestina, es un negocio al alza y convierte a los gobiernos occidentales en cómplices necesarios para mantener un sistema de violencia y vulneración de derechos humanos.
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Hoy, lunes 3 de octubre, las autoras presentarán las principales conclusiones del informe en un acto que contará con la intervención del activista palestino Jamal Juma, defensor de los derechos humanos residente en Jerusalén y coordinador de la Campaña Stop The Apartheid Wall desde 2002; que será presentado por Natalia Abu-Sharar, presidenta de la Comunidad Palestina de Cataluña. El acto tendrá lugar en la sede de LaFede.cat en Barcelona (c/ Tàpies, 1-3) a las 19:00h.