Contra la feria de armamentos DSEI en Londres
A mediados de septiembre de este año se realizó en Londres la que
pasa por ser la “más grande feria del comercio de armas del mundo”. Esta
feria, denominada DSEI (Defense System & Equipment Internacional) y
que se realiza bianualmente, congregó a mercaderes de armas de países
como Croacia, Israel, Pakistán, India, China, Jordania y, por supuesto,
del Reino Unido. No faltaron a la “feria” 8 empresas españolas,
incluyendo la patronal AFARMADE, Santa Bárbara, INDRA y CASA.
Uno de
los hechos más escandalosos fue la presencia de una compañía
sudafricana ofreciendo bombas de racimo. Estas bombas, presuntamente
ilegales, no estallan sobre el suelo, sino que esparcen mini bombas que
pueden ser atractivas para niños. UNICEF calcula que alrededor de 1.000
niños han sido heridos o han muerto por algunas de estas bombas en Iraq
después de que acabasen los bombardeos; Estados Unidos y el Reino Unido
lanzaron 13.000 de ellas.
La parte buena de la noticia es la fuerte
respuesta civil que tuvo a través de la campaña Disarm DSEI realizando
dos conferencias alternativas, marchas, vigilias con velas, comunicados
de prensa, etc., hasta el punto de que incluso el propio alcalde de
Londres, Ken Livingstone, del ala izquierda del Partido Laborista, llegó
a afirmar que esta feria es una vergüenza que debe ser denunciada por
todo londinense.
Un dels fets més escandalosos va ser la presència d’una companyia
sudafricana que oferia bombes de penjoll. Aquestes bombes,
pressumptament il·legals, no esclaten sobre el terra, sinó que
reparteixen mini bombes que poden ser atractives per als nens. UNICEF
calcula que al voltant de 1000 nens han estat ferits o han mort per
algunes d’aquestes bombes a l’Iraq després que acabessin els
bombardejos; Estats Units i el Regne Unit van llançar 13.000 d’elles.
La
part bona de la notícia és la forta resposta civil que hi ha va haver a
través de la campanya Disarm DSEI, que realitzà dues conferències
alternatives, marxes, vigílies amb veles, comunicats de premsa, etc.,
fins al punt que fins i tot el propi alcalde de Londres, Ken
Livingstone, de l’ala esquerra del Partit Laborista, va arribar a
afirmar que aquesta fira és una “vergonya que ha de ser denunciada per
tot londinenc”.